«Tengo tanto dolor que no puedo salir de casa»
El historial clínico de Elena (nombre ficticio) la incapacita para llevar una vida normal. Lleva un año esperando que el Hospital de León autorice que los especialistas le coloquen una bomba que alivie los dolores lumbares y de artrosis generalizada que sufre. No quiere que aparezca su nombre real, pero su testimonio, como el de otros pacientes, dibujan a una mujer que necesita la ayuda de su familia para desarrollar actividades diarias como el aseo o la compra. «Me han hecho de todo, medicamentos, inflitraciones, cada vez necesito dosis más altas y cada vez me hacen menos efecto». La medicación que toma le ha dejado múltiples efectos secundarios y espera que la bomba de perfusión le permita llevar una vida sin dolor y con menos complicaciones.
El historial clínico de Elena es uno de los que están atascados sobre la mesa de la dirección del Hospital de León.
«Hay días que no puedo salir a la calle y tanto dolor me provoca ataques de ansiedad. Me han dicho que si sigo así en dos años me quedaré en silla de ruedas. Están tardando mucho en solucionar mi problema, pero conozco a gente que está peor que yo».
Elena espera este tratamiento como agua de mayo, «mi calidad de vida mejorará porque ahora es muy mala, no puedo ni vestime sola. Me temo que siga el dolor a más y también mis ataques de ansiedad».