Tierras entre los bienes del Palacio

De secano y de regadío. En el área rural y en las proximidades de la capital, en núcleos del alfoz. La Diputación cuenta actualmente en su patrimonio con medio centenar de fincas rústicas que no tienen para la institución valor e interés estratégicos y que pretende sacar a subasta de forma progresiva. La primera se realizará dentro de unos días e incluye once fincas en diversos puntos de la provincia, cuyo precio de venta al alza en su conjunto asciende a algo más de 88.000 euros (con IVA).

Este suelo supone gastos anuales para las arcas del Palacio de los Guzmanes, como el pago del IBI de rústica y el canon de riego (alrededor de 100 euros por hectárea). Un dinero que la Diputación quiere ahorrarse en unas fincas para las que no tiene planes.

Llegan a integrar el patrimonio de la institución provincial fruto de herencias en muchos de los casos, sobre todo, áquellas propiedad de huérfanos que en su día fueron atendidos en el complejo de San Cayetano, cuando era un orfanato, y quieren agradecer a la Diputación su cuidado a su muerte sin herederos, normalmente.

En otros casos, las fincas son pequeños terrenos sobrantes de concentraciones parcelarias que Hacienda y el Catastro dan a instituciones como la Diputación y la Junta.

También existen ejemplos de terrenos que llegan a la institución provincial por cobros de servicios asistenciales, es decir, internas en la residencia Santa Luisa, propiedad de la Diputación para ancianas del medio rural, que no pueden pagar la totalidad de la mensualidad del centro y cuando fallecen, antes de que sus propiedades en el pueblo pasen a sus herederos, las arcas del Palacio de los Guzmanes cobran la deuda acumulada durante años.

Este suelo será subastado para tierras de cultivo de secano y regadío y huertas, ya que su calificación en el plan urbanístico de sus respectivos municipios es rústica.