Desalojan un edificio de la calle Villabenavente tras derrumbarse su cubierta por acumulación de agua
Un edificio y dos locales de su parte inferior han sido hoy desalojados tras producirse, al
parecer por acumulación de agua, el desplome de parte de su cubierta,
supuestamente construida como un añadido posterior.
Es la información que ha trasladado a los medios
en el lugar de los hechos la concejala de Urbanismo de León, Belén
Martín-Granizo, quien ha valorado que no se hayan producido daños
personales.
En el edificio, de cuarenta años de antigüedad y
situado en la calle Villa Benavente del centro de León tan solo vivía un
vecino, que será realojado en un hotel para pasar esta noche mientras se
apuntala y se colocan los pertinentes andamios en el inmueble.
Asimismo había unas oficinas en el primer piso y
dos negocios, una librería y una tienda de música, a la altura de la calle que
también han sido desalojados y que permanecerán cerrados hasta que se garanticen
las medidas de seguridad.
Los mayores daños se han producido en un vehículo
que estaba aparcado justo debajo de la zona en la que han caído los cascotes,
que han invadido la práctica totalidad de la calzada.
Belén Martín-Granizo, ha detallado que la cubierta
que se ha desplomado se trataba de un añadido "prácticamente de la misma
antigüedad que el edificio" para cuya construcción "podrían no haberse tomado
todas las medidas necesarias".
La concejala ha explicado que los técnicos del
ayuntamiento trabajan ya en saber si ha habido alguna irregularidad en la
construcción de esta cubierta y si el edificio, que debía pasar la inspección
técnica el próximo año, cuenta con todos los permisos en regla.
Al parecer el edificio tenía una cubierta única,
donde la mitad se desmontó hace años para hacer una terraza y la acumulación de
agua en esa terraza habría provocado el desplome sobre el forjado de la planta
inferior y este, a su vez, habría deteriorado el forjado sobre la planta
inmediatamente inferior, la quinta.
El edificio contaba con el seguro en regla y su
reparación se hará "de forma inmediata", ha agregado la concejala
Cascotes del tamaño de calderos cayeron al suelo, sin producir ninguna víctima personal, algo sorprendente por lo transitada que es esta vía a la hora del suceso. Varios coches aparcados junto al inmueble han quedado destrozados. Los vecinos relatan que se escuchó un estruendo y seguidamente empezaron a caer a la calzada enormes restos de hormigón, ladrillo, tejas y cristales. Fue en torno a las diez y media de la mañana. La policía nacional, cuya sede se encuentra en la misma calle, acordonó la zona y ya han llegado los Bomberos. De momento, ningún vecino ha sido desalojado.