«No hay un incremento del riesgo de anomalías»

El ginecólogo Florentino Garrido, responsable del Centro Ginecológico de la Clínica San Francisco, asegura que las técnicas de preservación de la maternidad, «debería ser una oferta para todos los pacientes, hombres y mujeres, ante la posibilidad de que los tratamientos de quimioterapia, y sobre todo radioterapia, acaben con las posibilidades reproductivas».

Garrido sostiene que con los métodos de vitrificación «no hay un incremento del riesgo de anomalías fetales con respecto a las técnicas convencionales de fecundación in vitro». Asegura que los estudios demuestran que «un ovocito puede ser vitrificado y desvitrificado hasta 22 veces sin que pierda calidad. «La utilización de la vitrificación y la experiencia ha hecho que los temores que tenía la técnica sobre la calidad de los ovocitos y los cromosomas pueda verse afectada. No hay un incremento del riesgo ni anomalías de los niños que nacen con ovocitos vitrificados superior a los niños que nacen por fecundación in vitro en fresco, que son ya el 3,5% de los nacidos.

Garrido recurre a los estudios científicos para afirmar que «en el cáncer de mama, por ejemplo, hay un 40% menos de mortalidad en mujeres que gestan posteriormente. Siempre debería ser un objetivo, incluso teniendo en cuenta la premura en el comienzo del tratamiento».

Los precios

Preservar la maternidad tiene un precio «pero merece la pena». La vitrificación de ovocitos cuesta 600 euros y la congelación de semen en pacientes oncológicos, 200. El mantenimiento del semen tiene un coste anual de 200 euros y el de los embriones, 300.

«Lo que no tiene sentido es que, por desconocimiento, no se informe a los pacientes de estos procedimientos. «Quien ha tenido la información lo agradece. El mayor desconocimiento está en el profesional», asegura Garrido.