Antibióticos envía a casa a 180 trabajadores que acababan el ERE
La empresa no les da razón ninguna y se jacta de que les pagará sus nóminas .
Manifestación de los trabajadores, el pasado día 7.
Antibióticos envió para casa a 180 trabajadores, la mayoría de producción, que ayer finalizaban los seis meses que como máximo pueden acogerse al expediente de regulación de empleo que tiene en marcha la empresa, y que tenían que incorporarse a sus puestos en la factoría leonesa.
Los trabajadores se encontraron a las puertas de la fábrica una comunicación en la que se les decía que ya se les informará de cuándo deben volver y se les garantizaba «las retribuciones habituales de sus puestos de trabajo». Estos empleados cobraban hasta ahora el paro, por lo que USO teme que desde este mes no ingresen ya ningún sueldo, como les pasa a los compañeros que están ahora mismo en la planta.
El portavoz de este sindicato, Néstor Santos, recibió ayer por dos burofax su despido disciplinario, que el viernes ya fue comunicado al comité de empresa. Santos desmintió todas las acusaciones que relata la dirección e ironizó con la que hace referencia a un supuesto caso de mobbing. «Debe ser el único caso en el que los inferiores acosan a sus superiores», señaló Santos, para quien la empresa sólo pretender «que estemos callados y de paso amenazar al resto del comité».
El sindicalista de USO manifestó también que cree en la Justicia y pidió a sus compañeros que su caso no entre en ninguna negociación que pudiera darse con el equipo de Pucci. «No quiero que a cambio de un despido injusto se negocie sobre el resto de trabajadores», insistió.
Lo único que ha hecho en estos últimos meses, añadió, es poner de manifiesto la «grave situación» de Antibióticos, «que es el verdedero problema», añadió Santos, que acusó a la dirección de intentar desviar la atención con su despido. La empresa, según Santos, teme que una vez que se inicie el proceso del concurso de acreedores, que tiene que saberse hoy como mucho ya que ayer era fiesta en Madrid, «se sepan cosas que quieren esconder».
Sobre la llegada de Gadea, aseguró que «cualquier cosa es mejor que lo que hay». Santos cree que el proyecto es factible, aunque haya que reducir la plantilla de 297 a 240 trabajadores. Por un lado están los 20 trabajadores ahora de la sede de Madrid y, por otro, se podría llegar a un acuerdo. «Lo peor es qué hacemos con la gente desde que el proyecto se ponga en marcha hasta que se puedan incorporar a la empresa».