Más viejo es el viento y aún sopla
La Guardia Civil celebra el 169 aniversario de su fundación; Ruiz Medrano cree que la Comunidad es un sitio seguro «para vivir, invertir y disfrutar».
Díez Cubelos y Medrano, junto a la viuda y las hijas del último agente fallecido en acto de servicio.
Las dos hijas de Jesús Alonso Llamas saben que su padre dio la vida en el cumplimiento de su deber. Nunca más honor. Lo asumió entera (por fuera) María Marbella, la viuda del último agente fallecido, perteneciente al puesto de Benavente y se lo reconoció la Benemérita, que ayer cumplía 169 años de vida.
«Tenemos que procurar seguir siendo un pronóstico feliz para el afligido», explicó el General Jefe de la Guardia Civil en la Comunidad, el berciano José Manuel Díez Cubelos, que hizo votos para procurar «la mejor formación del personal y todo aquello que sea necesario para ejercer nuestra función con mayor eficacia».
Antes se habían leído los decretos fundacionales del cuerpo y había sido despedida la bandera por el personal en la reserva. También se entregaron las condecoraciones.
Diez puntos menos
Dijo después el delegado de Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, que la autonomía «es una Comunidad segura donde vivir, invertir y disfrutar. Porque gracias a la Guardia Civil y a su incesante trabajo podemos decir que esta región presenta unos niveles de criminalidad 10 puntos por debajo de la media nacional, y una bajada en las infracciones (delitos y faltas) de más de un 3% respecto al primer trimestre del año 2012. Esto ha de servirnos de estímulo y felicitación».
Un vino español cerró los actos de la onomástica. 169 años de vida contemplan a la Guardia Civil. Más viejo es el viento... y sigue soplando.