Las terrazas no son lo que eran
Pese a la subida de un 16% de las licencias con respecto a la primavera de 2012, . los hosteleros pierden un 10% de facturación en un año y un 40% desde 2009.
Las temperaturas y la ausencia de lluvias incrementan hasta un 30% la recaudación.
Cada vez que sale el sol florecen las terrazas en las aceras de la ciudad. Cuatro sillas por cada mesa a las que los hosteleros encomiendan la recuperación de un sector marcado por la crisis del consumo. El salvavidas que esta primavera apenas ha dado para hundir un poco más la boya a la que se agarran. Un caja que, a punto de cerrar la estación, hace que el sector registre un bajada de un 10% en la cifra de facturación con respecto al pasado año, como estima el presidente de la asociación provincial de hosteleros, Pedro Llamas, quien afina que enm los últimos cuatro años las pérdidas «rondan el 40%» en las recaudaciones al cierre de los negocios. «Es el mejor momento del año, pero si se mantienen las lluvias que han marcado el mes de abril y mayo lo único que conseguimos es que continúe la merma de ingresos», señala el portavoz del colectivo. Una bajada que contrasta con el esfuerzo efectuado por los profesionales, que en el último año han aumentado hasta un 16% el número de peticiones de licencias para poder instalar sus veladores en la vía pública, que ya suman más de 650, frente a las poco más de 560 que había el pasado 2011 en las mismas fechas.
La última semana, en la que los despuntes del verano parece descogollar, ofrecen la comparativa de lo que supone para el sector la entrada de las altas temperaturas. Una diferencia en la que, como calcula LLamas, se pasa de «hacer una caja de 1.000 euros a cerrar con apenas 700». «Un 30% como mínimo si llueve o no», apunta el portavoz de los hosteleros, después de que en el último mayo las jornadas con precipitaciones hayan sido más de la mitad del mes y en 24 de las 30 jornadas las temperaturas hayan quedado por debajo de la media de los últimos 30 años, en los que las máximas rondaban los 14 grados en la primera quincena y cerraban la mensualidad por encima de los 22 grados.
Las condiciones meteorológicas impiden que se saque rentabilidad a las terrazas que los hosteleros abonan para poder dar un poco de oxígeno a sus negocios. Tasas que, en un 78% de los casos ya se pagan para todo el año, con precios que van desde los 54,78 euros por cada módulo de mesa y cuatro sillas de las calles de 1º categoría a los 18,36 euros de las de 6ª. Un media de 220 euros si se opta por la licencia de año completo, a la que todavía se resisten un 22% de hosteleros que optan por pagar por temporada, desde Semana Santa hasta el 31 de octubre, con un coste de 45,65 euros en las de más rango y de 15,30 euros en las de menos.