León da nombre a un tigre siberiano nacido ayer en el Circo Wonderland
Ivano Macaggi, del Circo Wonderland, con el pequeño tigre León a la vista de su madre, Balú.
El cuidador avisó por la mañana. Unos gañidos y los lametones de la madre, preocupada y atenta, anticiparon la visión de un cachorro sano y fuerte únicamente preocupado en mamar con fruición. Se trata del nuevo miembro del Circo Wonderland, instalado en el recinto ferial capitalino, un pequeño tigre siberiano que ya han bautizado como León en homenaje a la ciudad que lo ha visto nacer. «Es una costumbre nuestra. Por ejemplo, tenemos una camella que se llama Alba, por Albacete, y un tigre de nombre gallego, Quiroga», explicaba el gerente, Enrique Macaggi. Ahora es poco más grande que un gato, pero León —que puede ser contemplado por el público, como el resto de la treintena de animales del circo, hasta el 30 de junio— podría llegar a pesar 200 o 300 kilos y a consumir, como su madre, un par de kilos de carne de pollo o vaca al día. Ya llegará la hora del adiestramiento. Por el momento, León duerme y come y se deja admirar.