La entidad lleva a cabo su proceso de resolución a la espera de Unicaja

Banco Ceiss continúa ejecutando el procedimiento de resolución impuesto por el Banco de España y las autoridades europeas, a la espera de que se resuelva de una vez el interminable proceso de fusión con Unicaja. Al margen de las cuestiones fiscales señaladas por el Banco de España, y del tira y afloja de la entidad malagueña para intentar resolver en la mayor medida posible el coste de las reclamaciones por la comercialización de productos híbridos antes de llevar a cabo la integración, se da por hecho que la entidad que preside Braulio Medel tiene intención de hacerse con el banco de Caja España-Duero sin asumir el desgaste que suponen los conflictos laborales o las demandas de los preferentistas.

Mientras tanto Ceiss avanza en la exigida reducción de su negocio, y también en la primera fase de cierre de oficinas (y consecuente recorte de empleos).

Una primera fase en la que desaparecerán 95 de las 263 sucursales de las que debe deshacerse, 66 de ellas en la zona de expansión y las otras 29 en la denominada zona ‘core’ (el territorio histórico).

Las que fueran oficinas de Caja España se llevan en este primer paso la mayor parte del recorte, con el cierre de 63 sucursales de la caja leonesa; frente a las 32 de la que tuvo su sede en Salamanca.

Madrid y las localidades de la Comunidad madrileña centran buena parte de estos primeros cierres de oficinas, que está previsto que concluyan el proceso de cierre antes del otoño.

Banco Ceiss tiene después un plazo de dos años para reestructurar su presencia en la zona a la que la UE ha ceñido las posibilidades de su actividad financiera.