Vía sin semáforos con tres interrogantes
La ronda interior de León se ha ejecutado en un alto porcentaje en la última década, aprovechando desarrollos urbanísticos y colaboraciones con otras administraciones como la Junta, pero sigue teniendo tres grandes interrogantes, salvado el escollo de Mariano Andrés y la vía de Feve, que parecía que nunca se iba a construir, y que hoy es una realidad.
El primero, su continuidad hacia el Polígono 10, paralizado en su día por la oposición de los vecinos a que su construcción abriera un nuevo acceso al barrio.
La conexión de Pendón de Baeza con la avenida de Europa contemplaba tres rotondas, aunque un estudio realizado en su día por el Ayuntamiento de León llegó a plantear hasta ocho alternativas diferentes con el fin de acallar las protestas vecinales. Nada más se ha sabido.
El segundo interrogante pendiente es qué va a pasar con la entrada de la ronda interior hacia la plaza del Espolón, por las calles Fernando I y Alfonso el Justiciero, que se iba a financiar con la operación urbanística del antiguo cuartel de Almansa. Todo se ha parado con el desplome del sector del ladrillo. Tampoco está sobre la mesa.
Y el tercero, esa continuidad hacia San Andrés, que abriría una alternativa bordeando la Casa de Cultura de Pinilla, y que parece el más probable de ejecución a corto plazo, ya que en este caso interesa tanto a San Andrés como a León, y tampoco es una obra excesivamente cara.
El último tramo ejecutado fue en el verano de 2009, y comunicó la zona de La Palomera con la carretera de Asturias por el sector denominado Ventas Oeste. Pese a las diferencias políticas Junta y Ayuntamiento, entonces gobernado por PSOE y UPL, llegaron a un acuerdo para la desafección de dos parcelas del colegio con el fin de poder construir uno de los tramos más complejos. Las obras tuvieron un coste de 529.000 euros.
Este tramo se sumó al que se ejecutó hacia la Carretera de Asturias, con cargo a las obras de urbanización de un polígono urbanístico.