Diario de León

«Si la Junta no aporta, el Palacio de Congresos tendrá un problema»

El Ayuntamiento de León es un escaparate que siempre se ha usado como ariete. Lo ha entendido Emilio Gutiérrez (Santa Olaja de la Varga, 1956), después de rebasar el ecuador del mandato. «La mayoría de las cosas que se me han preguntado en estos meses no son responsabilidad mía. Me gustaría que preguntaran a otros», deja caer. Pero ahora ya sabe que el alcalde no puede quedar al margen de las polémicas. Y, sin perder del todo su perfil discreto, empieza a levantar la voz para reclamar a la Junta que cumpla con el Palacio de Congresos y al Gobierno que flexibilice las condiciones del rescate. El regidor reivindica y quiere que se sepa.

Emilio Gutiérrez, en un momento de la entrevista celebrada en su despacho del edificio de Ordoño II.

Emilio Gutiérrez, en un momento de la entrevista celebrada en su despacho del edificio de Ordoño II.

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álvaro caballero | redacción
León

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—¿Ha tenido ocasión de trasladarle a Montoro las críticas sobre su plan ‘leonino’?

—He empezando trasladándoselas a quien tengo que hacerlo, que son a los responsables de mi partido: a la presidenta provincial y al secretario autonómico, con quien mantuve una reunión la semana pasada para exponerles la visión que el Ayuntamiento tiene sobre el real decreto. Con posterioridad también he mandado un informe en el que se recoge la situación del propio real decreto.

—¿Ha tenido respuesta?

—Estoy pendiente de una reunión próximamente con responsables del partido a nivel nacional. Está en curso hablar con responsables del Ministerio de Hacienda sobre lo que el Ayuntamiento ha trasladado.

—¿Se siente defraudado o engañado, después de aquella reunión en la que le prometieron otras condiciones?

—El real decreto consta de dos partes. El título uno es una continuidad de los ICO anteriores, con medidas contra la morosidad, ante las cuales nada tiene que decir el Ayuntamiento porque además es de obligado cumplimiento; si no pagamos, el Estado retendrá fondos de la participación en los tributos para pagar sus deudas. Lo que yo he criticado es el título dos, donde se recogen las medidas de apoyo para los ayuntamientos con dificultades financieras, porque para poderse acoger tienes que cumplir a posteriori una serie de medidas. Ahí es donde el Ayuntamiento de León no está de acuerdo, por ejemplo, en que nos obliguen a reducir un 5% el capítulo 1 y 2 del presupuesto. Ya lo hemos hecho, hemos aminorado el capítulo de personal a través del ERE un 5% y un 4% de bajada de salarios al resto; en gasto corriente, no solamente hemos bajado eso sino que es del 21%. Hay que conocer la historia de este Ayuntamiento en los últimos 24 meses. Tampoco estamos de acuerdo con que haya que cubrir el 100% del coste de los servicios públicos porque este Ayuntamiento ya ha hecho sus ajustes, como en el transporte público. Que se obligue a cubrir con tasas todo no sucede en ningún Ayuntamiento de España. ¿Cómo se va a exigir a los que están en una situación difícil? Tampoco estamos de acuerdo con que tan sólo podrán aplicarse aminoraciones de las ordenanzas contempladas en la norma del Estado. Ni por supuesto estamos de acuerdo en que, si nos acogemos, para aprobar los presupuestos primero tengamos que enviarlo al ministerio y que el informe sea vinculante para aprobarlo. Por último, tampoco estamos de acuerdo en que se tenga que ir a buscar el crédito a la banca privada, sin aval público. ¿Quién va a prestar a León como está esos 73 millones que podríamos necesitar?

—¿Confía todavía en que se cumpla la promesa que le hicieron de alargar la devolución a 20 años, fijar el tipo al precio del Tesoro Público y con carencia a 6 años?

—Nosotros ya lo tenemos aprobado en el segundo ICO, otra cosa es que se haya materializado. Hay que aclararlo porque es lo que nos trasladaron, no sólo a mí, sino al propio interventor y al concejal de Hacienda.

—Dentro de ese plan va el Palacio de Congresos para financiar los 14,7 millones que les quedan por aportar. ¿Sin ese dinero se podría paralizar este año?

—El problema principal del Palacio de Congresos no está en el Ayuntamiento, sino que el problema para su continuidad está en la Junta. Quien nos está taponando, quien nos está bloqueado el Palacio de Congresos es la Junta. La Junta en estos dos años no ha aportado ni un euro y se lo he traslado al presidente Herrera y al consejero de Fomento. El verdadero escollo del Palacio de Congresos es el cumplimiento del convenio firmado.

—A principio de año quedaban 5 millones en caja...

—Si nadie pone dinero, por supuesto que se pararía. La Junta tiene pendientes de pago 5 millones de euros que hemos justificado ya: 2 millones en julio del 2012 y 3 millones más hace unos meses. El tema no está en el Ayuntamiento. Quien tiene que pagar es quien tiene pendientes de abono estos 5 millones, además de otros 20,5 más.

—¿Si la Junta no aporta se parará?

—Si la Junta no aporta estaremos con un gran problema. El Ayuntamiento hará todo el esfuerzo que pueda para seguir adelante. Hay que tener en cuenta además que el convenio firmado con la Junta finaliza en diciembre del 2013. La clave es que están justificado 5 millones y no se ha pagado nada. Lo que tienen que hacer es cumplir el convenio.

—Hace días la Junta ha aprobado más de 9 millones para el Palacio de Congresos de Segovia. ¿Se lo ha trasladado a Silván?

—Claro que lo he hecho. Sin mirar para ninguna otra provincia, sí que le he dicho que no están cumpliendo como con otras capitales de provincia. Se lo dije en el acto de la base aérea de La Virgen del Camino.

—¿Qué le dijo Silván?

—Él sabe y es consciente de lo que estoy diciendo.

—Otra obra con escollo, parada desde hace años, es la reorganización de la integración del AVE. Un año después de decidir la disolución de la sociedad no hay nada nuevo.

—El problema de la disolución era importantísimo por la deuda que tenía. Hemos podido negociar la salida y no tener que asumir la parte que nos correspondía. Todavía no se ha terminado de cerrar los problemas que el liquidador ha encontrado. Esas dudas afectan entre otras a la estación, entre comillas, provisional. La integración afecta a dos bloques: el centro de Torneros, que es aproximadamente 160 millones, y el soterramiento en 2,6 kilómetros, que eran 266 millones, hablamos de 426 millones, más o menos, si no me falla la memoria. Todo el proyecto estaba basado en el desarrollo urbanístico de un millón de metros cuadrados que se liberaban para construir 6.000 viviendas. Eso se ha venido abajo y el problema es quién pone para arrancar 300 millones. El problema se suscita cuando no hay dinero ni para pagar las obras heredadas.

—Es el mismo discurso de hace un año, pero ¿qué hay de nuevo?

—Que el Ayuntamiento de León no tiene deuda, lo primero; lo segundo, la llegada de la alta velocidad, que es un incumplimiento del plan del oeste. Lo que es absolutamente prioritario es la llegada y en la última reunión me han confirmado que en septiembre se va a licitar el tramo. Seguimos apostando, como no puede ser de otra manera, y está el compromiso de que el AVE llegue, aunque no me han puesto fecha porque no quieren.

—¿Qué valoración hace de su mandato pasado el ecuador?

—Es claramente positiva. Estamos dando la vuelta a la situación heredada, al caos que nos encontramos y, además, con una tranquilidad social mucho mayor de la prevista. Visto así puede parecer que esto era más sencillo. Pero hay que recordar esa deuda inmensa que el Ayuntamiento se encontró cuando llegó, el caos organizativo, la herencia endemoniada. Cuando yo llegué se me dijo que en septiembre no podría pagar nóminas y hemos seguido pagándolas, además de pagar deuda y a proveedores. Nadie confiaba en el Ayuntamiento para servirle productos y hoy no tenemos ese problema para adquirir además a precios reales; pagamos en tiempo y forma

—Más allá de la deuda, en cuanto a organización, a esquema de funcionamiento, a plantilla, ¿es el Ayuntamiento que quiere?

—No. Cualquiera que piense que en dos años con la situación heredada puede ajustar el Ayuntamiento ideal en organización es ilusorio. Estamos avanzando en la dirección correcta.

—¿Qué le falta?

—Nos falta una organización que pueda dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos en tiempo real y forma. Todavía hoy no estamos dando esa respuesta inmediata de esas necesidades, entre otras cosas porque carecemos de los recursos necesarios para hacerlo. Aunque la respuesta que se da es mucho más ágil que cuando llegamos. Pero pensar que esto es la panacea y estamos en la cúspide no se puede, hay que seguir mejorando. Si miramos la imagen que nos encontramos y la que hemos conseguido, en algunos aspectos hemos mejorado inmensamente: en la atención de los jardines, en la limpieza... Hay otros aspectos a los que debemos prestar máxima atención, como es al alumbrado, al asfaltado, las baldosas de las aceras que se nos mueven. Si no lo hemos hecho es porque carecemos de recursos necesarios.

—¿Ese mantenimiento de la ciudad es lo único que echa en falta?

—No, se sigue trabajando en la reorganización de personal, de los servicios. La Concejalía de Personal ha hecho un trabajo encomiable, inmenso, en estos 12 meses, en colaboración con las fuerzas sociales. Cogimos la organización con 1.902 trabajadores y ahora está en algo más de 1.730.

—¿Qué ajustes faltan por hacer?

—En lo referido a las medidas propiciadas por el real decreto no voy a hablar porque todavía no hemos tomado la decisión de si nos acogeremos. Hay decisiones impuestas por los juzgados, como la oposición de bomberos, o por el pago de indemnizaciones de sentencias millonarias que puede repercutir. Queremos que repercuta lo menos posible en lo que se refiere a personal y a servicios. Creemos que lo que hemos hecho en dos años es realmente importante y está dando sus frutos. No sólo hablamos de gestión, de reducción, de gastar menos y mejor, sino que también hablamos de medidas financieras como la recaudación que está dando sus resultados. No contemplamos en estos momentos cierre de servicios o realizar ajustes de plantilla. Aunque también añado a continuación que con las decisiones económicas a nivel nacional y europeo, que repercuten en el resto de administraciones, hay que ser cautos y prudentes antes de manifestarse contundente al respecto. Pero desde luego no contemplamos, ni tenemos encima de la mesa cierre de servicios. En los momento más difíciles lo único que se cerró fue el laboratorio, el albergue y dos guarderías.

—Ese condicional de ‘si nos acogemos al plan...’ Si no se acogen, ¿qué alternativa hay?

—Tenemos un plan aprobado que se irá pagando en el tiempo previsto. Este año cerramos con superávit que irá destinado a esa deuda que no entra en los ICO. Pero hay que reflexionar sobre qué administración ha reducido 50 de 170 millones de gasto, sin que además nada se haya roto. Que me digan quién lo ha hecho porque parece que esto es sencillo. Meter 178 millones en 128 no es fácil y lo hemos hecho con el mantenimiento de los servicios públicos y el apoyo de las políticas sociales, en un momento de crisis. Todo dentro de la austeridad y el rigor de los que no hay ejemplo en otros ayuntamientos en la misma situación.

—Hablaba de las oposiciones a bomberos. ¿No cree que se empecinaron como les ha demostrado la justicia? Han tenido que caer dos sentencias para que consignen las plazas.

—Nada de empecinar ¿Qué tienen que hacer un alcalde cuando tiene encima de su mesa un informe del interventor que pone un reparo, que habría que saltarse, y otro que dice que es lesivo para los intereses del Ayuntamiento? ¿Tengo que mirar para otro lado?

—Pero en otoño ya le dijo una sentencia que no podía amortizar esas plazas.

—No se había acabado el procedimiento judicial. El interventor y los servicios jurídicos decían lo que he dicho, porque el informe de lesividad es posterior. Si hubiera hecho lo contrario sí que tendría responsabilidad al obviar los informes de los máximos órganos del Ayuntamiento. Siempre dije lo mismo, que sólo había dos maneras de resolverlo: con los informes de los servicios técnicos o con una sentencia judicial. No había más camino. Lo que no voy a hacer es firmar ningún informe con reparto del interventor; no lo he hecho en mi vida.

—¿Qué proyectos se marca para estos dos años que quedan?

—Tenemos que seguir con los que tenemos encima de la mesa, con ese proyecto de viabilidad del Ayuntamiento como tema estrella. Desde luego hay que seguir adelante porque podemos entender que la situación económica del país es la que es, pero vamos a seguir luchando por todos los proyectos. Nos dirán que se pueden ralentizar, pero lucharemos por que sigan adelante, como no puede ser de otra manera. No vamos a mirar para otro lado, vamos a seguir reivindicando sentados a una mesa presentando alternativas e ideas, como hicimos en Feve o el AVE.

—Ha cambiado su discurso de principio de mandato, basado en la herencia, al actual, en el que sabe que la gente ya le exige resultados. ¿Qué iniciativas de empleo puede desarrollar el Ayuntamiento?

—Si el PSOE no hubiera dejado hundida la economía, usted y yo no hablaríamos en estos términos. La situación y el comportamiento de este equipo de gobierno viene marcada por la miserable herencia. No soy de los que miran para atrás, pero tengo que saber de dónde vengo porque los leoneses no van a olvidar quiénes son los responsables de esta situación. Es fácil recordar la situación que había en este país en 1996, en el 2004 y en el 2011. Tras un gobierno socialista el resultado siempre es el mismo: paro, desempleo y deuda. En 1996, más de 3,7 millones de parados, tras un gobierno del PP, en el 2004, 1,5 millones menos de parados. Tras un gobierno del PSOE, más de 5,2 millones de parados. Esta es la verdad, es lo que marca las actuaciones. Pero no me paro ahí, vine no exclusivamente para hablar del pasado sino para tomar decisiones y las estamos tomando. Aquí había miles de facturas sin pagar y a muchos proveedores se les había llevado a la ruina, ante lo que hemos tomado medidas en tiempo récord, como también hemos tomado decisiones valientes, como la municipalización de la limpieza.

—Hablábamos de decisiones de empleo.

—Hemos tomado decisiones nada más llegar, como las referidas al Parque Tecnológico o a la hostelería con apoyo, aminoración de tasas y licencias que hay que pagar. El Ildefe ha apoyado continuamente a quien quiere crear empleo y una pequeña empresa, desde el asesoramiento, el espacio y la formación. Además, hemos pagado esos casi 170 millones que se debían a las pymes por medio del ICO.

—Cita la herencia socialista, pero en la Comunidad ha gobernado casi por completo en toda la democracia el PP, que tiene las competencias de empleo. Aquí, todas las decisiones de la consejería han sido negativas: dejó con un solo trabajador la gestión del Parque Tecnológico, cerró el CEEI... ¿Cree que ha sido justa?

—Creo que no todas las decisiones han sido negativas.

—¿Cuál ha sido positiva?

—La primera que se tomó cuando llegué aquí, que fue apoyar la llegada del grupo Gadea. Pide una...

—Venía heredada y con impulso del anterior del Gobierno.

—Se venía hablando, pero no estaba la decisión tomada. Ya le doy una. Claro que me hubiera gustado que se inyectase, si tiene la posibilidad, empleo. También hemos analizado la situación de Antibióticos. En la situación del Parque Tecnológico nadie podrá decir que el Ayuntamiento no lo ha apoyado...

—Hablábamos de la Junta.

—La Junta, por decir otra cosa, señalizó el acceso al Parque Tecnológico.

—A cambio quitó la seguridad.

—Me examino de la gestión del alcalde, no del presidente de la Junta, ni los ministros, aunque les reivindique. Otros tienen otras responsabilidades y quiero que les pregunten y se les exija también. Me gustaría que me dijesen que el alcalde puede hacer más desde el Ayuntamiento, pero me dicen que es la Junta. Hay alcaldes que son procuradores, que ocupan puestos, que son diputados nacionales, por toda España; no es que quiera serlo, sino que tengo mi responsabilidad y no la abandono. Las decisiones de apoyo al Parque las tomamos inmediatamente para que nadie pudiera decir que se quería instalar y no apoyábamos.

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