«muchos de la tele son unos farsantes»

Olvido Diez regenta una frutería en León y tiene cuatro hijos. Pero aparte de sus responsabilidades como madre y trabajadora, tiene una faceta muy especial: es quiromante. Esto quiere decir que sabe descifrar lo que las manos ocultan y lleva perfeccionándose en este arte desde sus más tempranos años.

—¿Cómo empieza su inquietud por leer las manos?

­—Desde muy cría, siete u ocho años, me interesé por la espiritualidad. Cada vez que tenía un dinerillo me compraba un libro del tema e investigaba todo lo que podía, pero era más acerca del tarot y las cartas. Ya en el instituto, cuando ya sabía algo más, me atreví a empezar a leer las manos.

—¿Sigues algún ritual en especial para leer la mano?

—Bueno, en realidad se leen las dos manos, es un error común creer que sólo se lee una. Y no, no tengo un ritual, me gusta hacerlo de manera espontánea. Lo que sí es que las manos tienen que estar limpias y tiene que haber silencio y tranquilidad. Para el tarot sí tengo más rituales.

—¿Qué es lo que busca la gente cuando se acerca a ti?

—Las preguntas más típicas son de amor, qué pasa con su pareja, hijos, cuántos van a tener, y salud, cuánto van a vivir y si van a estar sanos.

—¿Hay alguna diferencia entre las preguntas de hombres y mujeres?

—Las mujeres siempre preguntan primero por el amor y su familia. Son preocupaciones más espirituales, del alma. Los hombres suelen preguntar por su éxito, el dinero, los negocios. Son intereses más materiales. Yo diría que los hombres son más egoístas, porque piensan en su bienestar y no en el de los que les rodea (ríe).

—¿Le ha traído algún problema este arte?

—A veces es un problema, y un problema muy grande porque lees cosas desagradables, tristes o muy dolorosas. Me pasa que cuando veo algo grave, me quedo en blanco y no sé cómo reaccionar. Intento no contarlo, porque eso provoca más dolor todavía.

—A nivel personal, ¿sientes que te ha ayudado?

—Mucho. Aprendes a mirar más allá de ti mismo, a comprender que hay problemas mucho más graves que los propios. Me ha hecho más solidaria, una persona más tranquila... En definitiva me ha ayudado a mejorar en todos los aspectos.

—¿Qué piensas de los tarotistas de la televisión?

—Cada vez que lo veo no sé si reír o llorar. Me parecen todos unos farsantes que siempre repiten lo mismo. Yo cuando lo veo no me entero de lo que dicen, porque, en realidad, no dicen nada.

—¿Qué le auguras a León al Sol?

—No sólo a vuestro periódico, también a la ciudad entera, veo un buen futuro, pero tengo que decir que lo veo porque yo soy muy positiva y optimista (ríe).

francisca bravo

leonalsol@diariodeleon.es