San lorenzo vuelve a llorar

Coincidiendo con la festividad de San Lorenzo —el 10 de agosto— se produce una de las mayores lluvias de meteoros que recorren nuestros cielos, las Perseidas. Popularmente se las ha denominado como «lágrimas de San Lorenzo», ya que en la Edad Media tenían lugar la noche en que se recordaba el martirio de este santo al ser quemado en la hoguera. Aunque este fenómeno se produce desde mediados de julio, la actividad de esta lluvia de estrellas aumenta este próximo fin de semana. Se conoce de la existencia de este fenómeno desde el año 36 de nuestra era. Se encuentra documentado en China, posteriormente Japón y Corea en los siglos posteriores. En Europa no se constatará hasta que el astrónomo belga, Adolfo Quetelet, mostrara la existencia de estas lluvias de estrellas en 1835.

Desde la Asociación Leonesa de Astronomía piden que no se confunda estrellas fugaces con fuegos artificiales, en el sentido de que no se trata de avistar una explosión de luz. Las estrellas que se verán a partir de hoy son cuerpos luminosos que cruzan repentinamente la atmósfera a gran velocidad, apagándose a los pocos segundos de entrar en contacto con la atmósfera. Estas estrellas fugaces son las más brillantes que se observan en todo el hemisferio norte, tanto es así que en la Nasa se las denomina como las «campeonas», ya que pueden verse en alguna ocasion en grandes zonas urbanas. Incluso las de un tamaño mayor pueden provocar un ligero silbido: son las conocidas como «bólidos». Los casos de «bolas de fuego» —son tan brillantes como la luna y pueden llegar a iluminar el suelo terrestre— son escasos. Es un espectáculo tan cambiante que todos los años depara nuevas sopresas, como explica el presidente de la Asociación Leonesa de Astronomía, José Gavilanes.

Se espera para la madrugada del lunes una actividad de más de cientocincuenta estrellas por hora, aptas para el visionado humano. Este hecho las convierte en la tercera lluvia de estrellas más importante del año. Las Perseidas se convierten en uno de los fenómenos más mediáticos y que más aficionados reúne a la hora de la observación por las buenas condiciones climáticas que proporciona el mes de agosto. La existencia del problema de la contaminación lumínica puede dificultar la observación de este fenómeno astronómico, recuerda Gavilanes. Alejarse más de viente kilómetros de grandes núcleos urbanos es una de las soluciones al problema, aconseja el astrónomo. En el caso de la provincia de León alejarse de lugares como León, Ponferrada, Astorga o La Bañeza posibilita una mejora en la visibilidad. Las mejores horas para su contemplación serán al final de la noche, casi coincidiendo con la llegada del alba, frente a la creencia popular de la media noche, ya que la constelación de Perseo se encuentra más alta en el cielo.

Para todo aquel aficionado que decida contemplar la lluvia de meteoros en la provincia de León, la Asociación Leonesa de Astronomía ha recomendado a León al Sol algunos lugares para su observación. Pero la clave ante todo es alejarse de lugares con gran iluminación artificial, no perder nunca de vista el horizonte y que las condiciones metereológicas lo permitan con un cielo despejado. Las previsiones, al cierre de esta edición, para este fin de semana son de cielos despejados y temperaturas no muy frías que favorecerán la observación. El estado de la luna tampoco afectará a su visionado, ya que se encontrará en fase creciente, por lo que no bloqueará el brillo de las estrellas más débiles. Mirar a la constelación de Perseo [dirección sur] es el consejo final. Y una chaqueta.

pablo guerra nicolás

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