Se abre la veda del abandono canino
Podencos, bretones, barcos, pointer y galgos son las razas de perros que, debido a la práctica cinegética, más abandonos registran. León al sol habla con las partes implicadas en este polémico debate..
La temporada de caza ha comenzado. Torcuaces, tórtolas y perdices son el objetivo de los cazadores y sus perros. Ambos, hombre y animal, trabajan juntos en esta práctica pero, a veces, terminada la temporada, algunos cazadores abandonan a sus compañeros.
Podencos, bretones, bracos, pointer y galgos son las razas preferidas y las más afectadas por el abandono. Miguel Fierro Casado es el delegado leonés de la Federación de Caza de Castilla y León. Asegura que desde su organización no se aprueba el abandono de los animales ni prácticas crueles como el ahorcamiento. «Hay cosas que son indefendibles». Comenta que la sensibilidad está cambiando aunque reconoce que aún hay gente «impresentable» que tiene con los canes un trato cruel. Miguel hace hincapié en destacar que muchas veces es el perro el que abandona al amo por no estar acostumbrado al dueño. «Son los perros que no dan mano , lo ideal es cogerles nada más que son destetados y tratarles con cariño. Eso sí, sabiendo el lugar que ocupa cada uno». Otras veces, afirma, el perro está muy «picado» y sigue el rastro de la presa hasta perderse. «Entonces se le deja una prenda con su olor en el lugar donde desapareció y al día siguiente regresa a ella».
Asimismo, comenta, que está el grupo de los perros que no sirven para la actividad cinegética, los que se abandonan o sacrifican. «Depende de la sensibilidad de la persona. O lo sacrificas o se lo das a alguien». Para terminar asegura que a un buen perro de caza no se le abandona nunca y que sigue en activo hasta el final de sus días. «El que vale caza hasta el último momento». Daniel es voluntario en la Asociación Protectora de Animales y Plantas de León. No está muy de acuerdo con la visión de los cazadores. «Los usan como herramientas. Si se van es por algo. Los perros acuden donde tienen cariño». Asegura que el 40% de los canes que acogen corresponden a razas para uso cinegético. «Los de caza casi siempre llegan desnutridos y deshidratados. Suelen tener bastante miedo y eso se debe a que el trato no era bueno. Aunque nunca nos han traído ninguno con signos de haber sido ahorcado».
Como asegura Daniel, son perros que luego no tienen muy buena salida y generalmente suelen terminar sus días en la protectora. «A los cazadores no les damos perros. Además, los que están aquí es porque no valen para la caza». Afirma que tampoco entregan animales que vayan a estar encerrados en una finca. «No estamos de acuerdo en que los perros sean usados como una herramienta. Los cazadores nos ven como locos». Reconoce que ya han sido varias las veces que han entrado a robarles animales. «Siempre perros de presa, los usan para peleas. Muchos vienen con heridas». Desde que comenzó la crisis ha notado un pequeño aumento de los abandonos. «Hay gente que trae a sus perros argumentando que no pueden costearlo, pero eso es relativo, no cuesta tanto dinero». Junio y julio son los meses en los que más entradas se contabilizan. Y en diciembre cuando hay más adopciones. «Lo que pasa es que el cachorro que regalas en navidad luego en julio ya no es tan pequeño», finaliza Daniel.
GUILLERMO OTERO
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