Una multa cada ocho minutos

La Guardia Civil impuso una media de una multa cada ocho minutos la semana pasada en el marco de la Operación Especial de Control de la Velocidad, que se desarrolló entre los días 19 y 25 de agosto pasados, con 1.336 conductores sancionados, el 6,77% de los controlados. En esta oportunidad, la provincia de León no fue la que sufrió un mayor número de controles, pero en términos absolutos, los vehículos que circulaban por las vías de la provincia, sí que fueron los más multados de la comunidad autónoma, de acuerdo a los datos facilitados por la Delegación de Gobierno en Castilla y León.

En Castilla y León se realizaron 156.506 controles a vehículos, de los que 9.864 (el 6,30%), fueron denunciados. Durante la anterior campaña especial de velocidad en las carreteras de Castilla y León, del 8 al 14 de abril de 2013, se controlaron 142.335 vehículos, de los que fueron denunciados 6.230 (el 4,38%).

La DGT sostiene que campañas de estas características se ponen en marcha para frenar la siniestralidad, bajo el argumento de que la velocidad es uno de los factores concurrentes en los accidentes mortales. La misma nota de la Delegación de Gobierno explica que de los 54 accidentes mortales que se han producido este año en las carreteras de Castilla y León, en 9 la causa ha sido el exceso de velocidad. Es uno de cada seis. El 16%.

Viajar a la velocidad legalmente establecida, no obstante, supone un ahorro significativo de combustible. Un aumento del 20% de velocidad supone un incremento del 44% en el consumo de combustible. Es pasar de 8 a 11,5 litros en 100 kilómetros.

El consumo ideal de combustible se logra a una velocidad de 90 km/h. Si la velocidad aumenta a 120 km/h, el consumo se incrementa en un 30%.