Una riña por una partida de futbolín le puede costar cuatro años de cárcel
. La defensa alega que el imputado no inició la pelea y que solamente se metió a separar a los contendientes .
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de León pasará vista oral el próximo 17 de septiembre, a partir de las 10.00 horas, a la acusación que pesa sobre un individuo, mayor de edad y sin antecedentes penales, para el que se propone una pena de cuatro años de prisión, acusado de un supuesto delito de lesiones agravadas, por una pelea que tuvo lugar en un futbolín de un pub de la capital.
La defensa del sospechoso niega los hechos y sostiene que su patrocinado no participó en lo ocurrido, sino que simplemente se limitó a separar a las personas que habían iniciado la trifulca.
El escrito de calificaciones provisionales manifiesta que los hechos se desarrollaron de madrugada. Por motivos que no se mencionan, se inició una pelea en la que el procesado agredió con un taco de billar a la víctima, que sufrió un cúmulo de heridas y daños, principalmente localizados en la cara, en las orejas, en las manos y otras zonas. Hubo de permanecer ingresado en el Complejo Asistencial de León un día y estuvo treinta más de baja, impedido para sus ocupaciones. Las secuelas que le quedaron consistieron en cicatrices de 3,5 centímetros, 6,5, 4, 5,5 y 2,5 centímetros, por las que el Fiscal exige una indemnización de 19.866 euros y una compensación de gastos de 1.142 además de el abono de 814 euros a Sacyl por la atención sanitaria al paciente.
La defensa niega la participación de su cliente en los hechos y especifica que en realidad la pelea la iniciaron otras dos personas que se encontraban en la zona y que el imputado únicamente se metió a separarlos, sin tener ninguna participación más en los hechos que se describen por parte del Ministerio Público. De hecho estaba conversando con un amigo cuando se produjeron los primeros intercambios de agresiones en los que no participó en absoluto, de acuerdo a esta tesis. Por todo ello, exige la libre absolución de su patrocinado, con todos los pronunciamientos favorables.