Los críticos a la gestión de Chamorro eligen una terna para dirigir la UPL
Lorenzo Callejo se perfila como candidato a secretario, apoyado por Carracedo y Díez.
Gabriel Carracedo.
La parte oficialista de la UPL ya tiene definidos a los cabeza de cartel con los que tratará de pelear por el control orgánico del partido en el próximo congreso de noviembre. Frente a la facción oficial que respalda la actual dirección se han organizado el alfoz y afiliados de la ciudad en torno a una idea transversal que aglutina a cargos públicos de diferentes puntos de la provincia. De cara, contra Eduardo López Sendino, al que apoya el saliente Javier Chamorro, fuertemente cuestionado por la herencia de su pacto con el PSOE, se arma un tridente con Lorenzo Callejo (alcalde Soto de la Vega), Gabriel Carracedo (claramente vinculado a la plataforma pro indentidad leonesa) e Isidoro Díez (ex alcalde de Acevedo, bastión del leonesismo durante los últimos años en la zona de la montaña oriental, donde la representación de UPL ha menguado de forma exponencial).
La representación crítica con la gestión formulada por la dirección del partido leonesista en los últimos años repartirá las cartas de secretario general, vicesecretario y presidente entre Callejo, Carracedo y Díez, que se perfilan para presentarse a esos cargos, y por ese orden de enumeración.
Después de celebrar varias reuniones y discutir los puntos claves de la estrategia política que desean para la formación, los afiliados de la UPL que sustentan esta alternativa al poder definido por la oficialidad de la formación leonesista han decidido afrontar el reto de presentar batalla contra López Sendino. La UPL tiene abierto un proceso de relevo en los cargos orgánicos una vez que Javier Chamorro decisión renunciar a cualquier responsabilidad ejecutiva en el partido; salida que puede acompañar del abandono de la responsabilidad como concejal en el Ayuntamiento de León. López Sendino, señalado como extensión de la gestión de Chamorro por su proximidad a su compañero de corporación, celebró hace escasas fechas la existencia de una segunda candidatura a la secretaría general, que interpreta como señal de vitalidad en la formación. Los estatutos de la UPL sólo permiten que concurran a la secretaría los dos candidatos con más respaldo entre afiliados.