El automóvil se reordena en León para reflotar desde mínimos históricos

Caída histórica de ventas, desplome contenido del empleo, reducción y concentración de concesionarios y marcas, malabarismos en el servicio postventa y talleres, reducción al mínimo de beneficios, dependencia del plan Pive, despegue de la fabricación de vehículos,... El análisis del sector de comercialización de vehículos en la provincia es el viaje en una montaña rusa en la que priman sobre todo las caídas al borde del precipicio que ponen los pelos de punta, pero también el aguante y la fortaleza de un sector que ha sufrido con enorme intensidad el impacto de la crisis, y pese a todo se aferra a su saber hacer para intentar reflotar un negocio sensible como pocos a los temores de los consumidores. También, y lo saben, uno de los primeros beneficiados cuando la confianza se restablece.

De momento la realidad del sector tiene tintes de pesadilla. Las cifras no sólo no dan un respiro, sino que pese a ser una de las actividades que ha seguido recibiendo ingentes apoyos económicos públicos (tanto los fabricantes de vehículos para evitar deslocalizaciones con miles de puestos de trabajo en vilo como a través de los millonarios incentivos a la compra de vehículos nuevos) viven en un permanente desplome que parece no tener fin. Estadísticamente, no hay un dato positivo. Ni en el número de establecimientos, ni en el empleo, y desde luego no en las ventas. A mayores, ahora pesa sobre las grandes marcas la investigación de la Comisión Nacional de la Competencia sobre el presunto cartel de fabricantes y redes comerciales para apañar precios y condiciones de comercialización.

El sector en León

¿Cómo viven este proceso los concesionarios y talleres leoneses? De momento, con unas cifras de ventas que pese a los planes gubernamentales siguen en caída libre. Entre enero y agosto de este año se vendieron en la provincia 2.579 vehículos, un 68% menos que en el mismo periodo de 2007, cuando en los ocho primeros meses del año se vendieron 8.086 vehículos (sólo turismos y todoterreno) en la provincia. Es decir, en lo que va de año los concesionarios de la provincia han vendido un coche por cada tres que comercializaban hace siete años, según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Concesionarios (Anfac), y del Instituto de Estudios del Automóvil.

A falta de cuatro meses para cerrar el ejercicio, los concesionarios locales tendrían que vender 9.816 vehículos antes de fin de año para igualar las cifras de 2007. Algo inimaginable con cifras de ventas que rondan las 300 unidades de media al mes en lo que va de año, según reflejan las series históricas de Faconauto.

«La caída de las ventas ha sido brutal, los distribuidores que antes de la crisis vendían 375 unidades al año ahora apenas venden 135», lamenta Juan Fernández, vicepresidente de la Asociación de Talleres y Concesionarios de León. Una situación que ha obligado a los empresarios del sector a «ajustar al máximo sus beneficios, tanto en venta como en postventa».

Desde 2007 los precios de los vehículos han caído un 9,3%, según los empresarios locales del sector, de forma que el coste medio del vehículo ha pasado de 21.204 euros de antes de la crisis a 19.273 euros en el momento actual. Una caída en la facturación a la que se suma el descenso en el negocio de los servicios de talleres y repuestos.

En esta situación, el sector de venta de vehículos vive en León un proceso de concentración similar al que se registra en el conjunto del país. Concesionarios y marcas cambian de manos, se unen en un sólo centro de venta y racionalizan sus costes para intentar salir adelante. Las 33 marcas de coches que venden sus modelos a nivel local han reestructurado sus servicios. Un puñado de ellas siguen en manos de los empresarios que las han dirigido durante años (Ford, Volkswagen, Audi, Peugeot o Volvo con Autopalacios, Telenauto, Euromotor -hoy también con Skoda-, Eslauto o Martín García, también con Fiat); y otras se concentran como Lercauto 96, que aglutina a Mercedes, Mitsubishi, y ahora Honda y Hyundai), o Lemauto, que se ha hecho con Land Rover ampliando su concesión de camiones Man.

Grupos empresariales de otras provincias se han hecho también con parte del negocio local (es el caso de Nissan, del grupo asturiano García Rodríguez; o Toyota, hoy de Legiocars); así como Seat, de Regio Auto. Alfa Romeo y Chevrolet siguen en manos locales con Carolina Motor. También local sigue siendo el grupo que gestiona las ventas de Renault, después del conflictivo ERE de Ibán Hermanos. Sigue en el ámbito empresarial familiar, que suma también marcas como Dacia.

Otras marcas históricas, como Citröen, están en manos de Agrilesa en la provincia; y Opel forma parte igualmente del grupo. También Mazda ha cambiado de manos en el concesionario de León.