Con los libros a otra parte
Las residencias universitarias de León sufren este año su mayor caída, con un 30% menos de ocupación.
Alumnos en el campus de la Universidad de León.
El descenso del número de estudiantes que optan por las residencias universitarias ha caído en León un 30% de media en el último año, la mayor caída desde el inicio de su actividad. Pese a que el goteo de bajas era imparable desde hace tres años, las residencias de León ha sufrido de golpe las consecuencias de la crisis económica. Los responsables de la gestión de estos centros universitarios señalan a la crisis y la reducción de las becas como la razón de la falta de interés por esta modalidad de alojamiento.
El colegio Mayor San Isidoro, el único que pertenece a la Universidad de León, tiene ocupadas el 60% de sus plazas, un 20% menos que el año pasado. Su director, Pablo Gutiérrez, asegura que el descenso es común en todos los colegios de España «que han notado la bajada desde hace dos o tres años».
La directora de la residencia femenina La Asunción, MAría Terceño, también constata con datos la caída de la demanda. «Ni siquiera han venido a visitar la residencia. Ha venido poca gente». La residencia tiene ocupadas el 60% de sus plazas. «Es la primera vez en ocho años que nos pasa ésto». El precio de la habitación individual es del 620 euros y la doble 560.
La residencia Nuestra Señora de Fátima tiene ocupado algo menos de la mitad de las plazas disponibles. «Venimos notando el descenso desde hace tres años La directora Presentación Lanchas asegura que los 560 euros mensuales puede disuadir a las familias en este momento de crisis. «Pero si echas cuentas si vas a un piso y tienes que pagar la comida, luz, agua y hacertélo todo al final no sale mucho más». Una situación con la que «no cubrimos gastos».
La residencia San Francisco de Asís tiene ocupadas la mitad de sus plazas. «Hay mucha menos demanda», asegura su director, Manuel Matilla, que señala a la reducción de becas como una de las causantes de esta caída. «El 70% de los estudiantes recibían becas para la matrícula gratuita y de movilidad. A los estudiantes que les han retidado la beca de movilidad no puden pagarse el desplazamiento para estudiar en una provincia fuera de su lugar de origen». Las becas cubren el 45% del gasto anual en una residencia. «Creo que la retirada de las becas ha machacado a muchos estudiantes».
La residencia del Colegio Leonés ha cubierto las expectativas este año. «Hemos bajado los precios para adaptarnos a la demanda, pero aún lo hemos notado mucho este año», segura su director, José Antonio Omañas.
Los pisos no cuajan
Todos los directores consultados opinan que la competencia de precios en los pisos de alquiler ha provocado que los estudiantes busquen opciones más baratas, renunciando a los servicios y la comodidad.
Pero tampoco hay demanda de pisos. Los responsables del Programa Vivienda de la Universidad de León constantan que cada vez son más los pisos que se ofrecen y menos los estudiantes que lo solicitan.
La modalidad que más triunfa este año es la de particulares que ofrecen una habitación de alquiler. «SOn gente joven, que ha comprado su casa y tiene una hipoteca y ahora no puede pagarla».
Pablo del Pino es un joven canario que tras vivir en una residencia este año ha optado por un piso. «En la residencia pagaba 660 euros y en el piso, con comida y todos los gastos no paso de los 500. Puedo comer a mi ritmo, decorar el piso como a mí me gusta». Pablo convive con Juan, Jesús y Virginia. «Todos hemos optado por un piso por razones económicas».