Cita en el Norte para frenar la sangría de la despoblación
Vital para la revisión del modelo de financiación autonómico
Las comunidades de Castilla y León, Asturias, Galicia y Aragón se darán cita mañana en la ciudad de Oviedo para analizar el problema de la demografía y tratar de aportar soluciones. Se trata de la primera cumbre interterritorial donde se llevará a cabo la firma de una declaración conjunta contra la pérdida de población.
El encuentro surgió de la reunión que mantuvieron el pasado mes de julio en Valladolid el consejero de la Presidencia de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, y su homólogo de Asturias, Guillermo Martínez. Se trata de abordar y tratar de dar soluciones al problema demográfico que preocupa a ambas comunidades y también a Aragón y Galicia.
Asimismo, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, ha resaltado la importancia de este encuentro para Castilla y León ante debates futuros sobre la revisión del modelo de financiación autonómica en el conjunto de España. La postura de la Comunidad es que se mantenga el criterio de solidaridad, no se establezca un reparto per capita y se tenga en cuenta el coste de prestar los
servicios públicos esenciales en un territorio con baja demografía y una población envejecida.
También, el objetivo es impulsar una estrategia interterritorial para presionar al Gobierno central y a Bruselas, a través del Comité de las Regiones, tratando de atajar a largo plazo el problema de la despoblación. Asturias, hasta el momento, únicamente ha puesto en marcha medidas e iniciativas independientes en el medio rural contra la despoblación, mientras que la Junta aprobó una estrategia y ahora cuenta con una Agenda de la Población.
Entre las dos comunidades cuentan con el 36 por ciento de los municipios de España (once por ciento de Asturias y una cuarta parte de Castilla y León), una característica que identifica a ambas con el problema de la despoblación. También son las dos únicas del país con una media de edad de sus habitantes superior a 45 años y en la que más del 20 por ciento de la población tiene más
de 64 años, peculiaridad que comparten con Galicia, que también dispone de un pacto demográfico.