Pablo Muñoz sopesa relevar a Chamorro como concejal de la UPL

Pablo Muñoz, que milita en la UPL desde el año 1991, es un activo de la candidatura de Lorenzo Callejo a la secretaría del partido; lo que podría leerse como una incidencia corriente entre las bases de cara a un pulso orgánico adquiere una relevancia infinita en este caso. Muñoz fue el número cuatro de la lista leonesista al Ayuntamiento; primero en el orden de relevo al acta de concejal que el día 15 de noviembre va a dejar vacante Javier Chamorro. «Hoy no puedo decir aún si aceptaré el acta de concejal, entre otras cosas porque hay cuestiones de ámbito profesional que debo valorar y poner en una balanza», avanza este economista leonés antes de fijar sus previsiones para resolver: «Yo creo que ahora lo prudente es esperar a que se celebre el congreso y a partir de ahí se determinará», indica Muñoz, que abre de inmediato un aluvión de propuestas sobre la lealtad que entiende que los cargos electos deben a una estrategia orgánica, que reivindica necesaria y renovadora. En el relato de previsiones sobre su irrupción en la primera línea política se le desliza «nosotros». Que se refiere al trabajo que comparte con la candidatura de Callejo, Díez y Carracedo, en la que además de la agenda diaria cada vez más cargada por la proximidad del congreso amplía como miembro de la relación que la triada presenta al consejo general (máximo órgano entre congresos). Muñoz forma parte además del comité local de la UPL, que defiende como fuente de ideas y dinamización política; y desde el que se convierte en contrapunto para la candidatura de López Sendino, con una presencia más notoria en este órgano que la de Callejo. La senda orgánica y representativa de la UPL se entrelazará hasta el límite en las próximas semanas. Si Muñoz rechazara el acta de Chamorro, el puesto de concejal accedería Mónica Álvarez Manso, a la que se ha visto involucrada también en los movimientos congresuales.