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AMENAZA DE PROCESOS MASIVOS EN FIN DE AÑO

Más de 35.000 leoneses han sufrido algún ERE

El 2013 dispara las regulaciones de empelo y los expedientes de despidos colectivos

La mayor parte de los ERE son de suspensión temporal.

León

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Han estirado los problemas de la crisis hasta el límite, pero ya no aguantan más. Justo cuando «la macroeconomía» parece comenzar a lanzar síntomas de haber tocado suelo, grandes empresas de la provincia se desfondan. Su estructura les ha permitido sortear las dificultades hasta ahora, en muchos casos echando mano de repetidas suspensiones temporales de empleo. Pero llegan los despidos. Masivos. Un futuro inmediato que se dibuja dramático para centenares de familias leonesas a las que anuncian que se sumarán a la ya aparentemente insostenible cifra que ronda los 47.000 parados oficiales.

Los primeros meses de 2013 han batido ya todos los récords de la crisis en regulaciones de empleo en la provincia, pero el final del ejercicio revela que la decisión de las empresas de deshacerse de la carga económica laboral se agudiza. Los que desde las instituciones económicas se prevén como últimos coletazos de la recesión amenazan con una traca final contra el empleo en la provincia.

La última semana ha dejado la confirmación de expedientes de extinción de empleo en Everest y Tragsa, además de la posibilidad de plantear uno en Alimerka (desmentido de momento por la empresa). Pero son recientes también las regulaciones de nuevo en Roldán, la interminable de Antibióticos, La Estrella, las que afectan desde hace demasiados meses a las empresas de la minería del carbón, las de las antiguas cajas de ahorro,...

Sólo en los ocho primeros meses del ejercicio 5.778 trabajadores de la provincia se han visto afectados por expedientes de regulación de empleo, una cifra que ya supera el récord que sumó todo el año 2012: 5.545 trabajadores afectados, de 433 empresas. Entre enero y agosto, los ERE han sido de extinción para 1.055 empleados de la provincia.

2013 se perfila así como el ejercicio más duro para las regulaciones de empleo en la provincia, superando al año anterior y a 2010, hasta ahora los dos peores desde el inicio de la crisis. En total, en los últimos seis años más de 35.000 empleos se han visto afectados por los distintos tipos de expedientes de regulación (parte de ellos son distintos ERE que han afectado al mismo grupo de trabajadores); y una de las conclusiones más preocupantes de la tendencia es el creciente número de solicitudes que se presentan para ejecutar despidos colectivos.

Si hasta ahora las empresas optaban por suspensiones temporales de empleo o reducciones de jornada para intentar salvar las dificultades económicas y a la vez los empleos, aumentan los casos en los que se opta directamente por la extinción de la relación laboral.

Llama la atención también el incremento del número de sociedades que se ven obligadas a tomar esta medida, y que el año pasado duplicó la del ejercicio anterior.

Suspensiones

La mayoría de los ERE que se presentan son para una suspensión temporal de la relación laboral. Los datos del Ministerio de Empleo sobre el último ejercicio finalizado, el de 2012, reflejan que 433 empresas de la provincia se acogieron a las regulaciones, que afectaron an 5.545 de sus trabajadores. De ellos 702 perdieron definitivamente su trabajo (una reducción importante sobre los 1.383 de 2011, pero que se está recuperando con fuerza este año); y 1.283 se vieron afectados por una reducción de sus jornadas laborales (multiplicando por cinco las cifras del ejercicio anterior).

El mayor número de regulaciones se refiere sin embargo a los despidos temporales, que afectaron el año pasado a 3.560 personas, y siguen una tendencia creciente en los últimos ejercicios.

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