«En León no debemos pactar con nadie salvo que sea por la Alcaldía»

Llega con su abrigo austríaco gris, su carpeta y su alfiler de corbata con el escudo de la Cultural. Un corte clásico para renovar la UPL, alejado del carisma de escaparate en el que ha crecido la formación. Eduardo López Sendino (León, 1959), por si no le conocían.

—¿Cómo se le ocurre meterse en esto?

—Por un compromiso personal de muchos años no sólo de militante en la UPL sino en el leonesismo. No se puede olvidar que llevo desde la época del Grupo Autonómico Leonés (GAL). Es un compromiso personal con mis propias ideas políticas.

—Pero ahora, en el peor momento de la historia.

—Chamorro me pidió que le acompañara en la lista y, a partir de ese momento, he visto que hay un grupo humano muy bueno de trabajo, gente dispuesta a trabajar y tirar por este partido. Es la gente la que me ha animado. Por otra parte, el momento es importante e ilusionante de cara a los retos electorales.

—Esa gente que le anima es el equipo de Chamorro, lo que convierte en continuista su línea, aunque se quiera vender como renovador.

—Hay gente en el partido muy válida; con esa gente cuento. Al mismo tiempo va a haber mucha gente nueva. En el comité ejecutivo habrá más gente nueva que de la época de Chamorro. Tiene que haber una renovación, pero contando con aquellos valores humanos que van a seguir trabajando en pos del partido.

—¿Gente como Lázaro García Bayón?

—Lázaro tiene un cargo en el partido y seguirá hasta final del mandato, si él quiere. A partir de ahí, será lo que quiera Lázaro pero con la aprobación del comité ejecutivo, las bases y el consejo general, como todas las listas.

—Dentro de estos apoyos que ha tenido alguno le habrá pedido algo.

—En absoluto. Nadie me ha pedido absolutamente nada. Lo único que he tenido han sido ofrecimientos para trabajar por el partido, sin pedir contrapartidas. Ese es el capital humano que quiera que esté conmigo.

—¿Es Valderas el segundo gran ganador, después de que García Bayón ha quedado marcado por Juventudes?

—Lázaro nunca ha planteado esa pretensión, como ha elucubrado de manera maliciosa Juventudes. A mí lo que me ha dicho en más de una ocasión que cuando termine el mandato se pensará qué hace y probablemente dejará la política activa.

—¿Cómo analiza que Juventudes Leonesistas diga que esperaba más leonesismo?

—A leonesismo no me gana nadie, pocos pueden decir que tengan un pasado leonesista como el mío. Con el tiempo se verá que el leonesismo sigue presente en la UPL, es su raíz. Que tengan la tranquilidad de que no habrá problemas por ahí.

—¿Qué futuro espera de Juventudes Leonesistas?

—Siempre he dicho que necesitamos a las Juventudes Leonesistas y a los jóvenes leoneses. Quiero seguir contando con ellos, aunque probablemente los órganos del partido tengan que analizar la conducta de algunos miembros concretos en el congreso que han sido muy beligerantes, no de toda la organización.

—30 años después, ¿qué es el leonesismo hoy?

—Sigue siendo un sentimiento y una posición ideológica válida por mucho que la Junta diga que está muerto y que la Comunidad está cohesionada, como demuestra el leonesismo social. El leonesismo, a pesar de las campañas de la Junta, está vivo.

­—Ese leonesismo social no cuadra con los resultados de la UPL.

—UPL no fue excesivamente reivindicativo en el anterior mandato por la Región Leonesa y se perdió estar en la calle. Además, arrastró que gobernáramos en coalición con el PSOE, que habríamos tenido que dejar antes del fin del mandato.

—Pero empezaron a caer antes. Hace cuatro mandatos tenían 7 concejales.

—En anteriores ocasiones la caída fue por los problemas internos, que penalizan mucho. Perdimos mucho votante que se quedó en casa. Cada vez que hemos tenido un representante en las Cortes le ha entrado un virus vallisoletano y nos ha generado un problema.

—¿Cómo recobrar esos votos que se sintieron traicionados?

—Sólo se puede recobrar con trabajo, trabajo y trabajo, mucha reivindicación y mucho estar en la calle, para que el leonesismo vuelva a entender que la UPL es la bandera frente a los partidos que ahogan a León.

—La UPL siempre ha crecido en oposición. A lo mejor no están hechos para gobernar.

—El problema es que siempre hemos gobernando siendo el otro grupo el que encabezaba la Alcaldía. Ese ha sido otro de los errores. Salvo en los pueblos, donde los pactos pueden ser diferentes, entiendo que en la capital la UPL no debe pactar con nadie salvo que sea por la Alcaldía.

—¿Incluso en minoría?

—Incluso. Hemos gobernado con otros en minoría, luego al revés es perfectamente factible. Nos ha penalizado porque los logros eran del partido que gobernaba y los fallos, nuestros.

—Chamorro tuvo la oportunidad y renunció.

—No lo critico, porque desconozco las situaciones concretas. De todos modos hay que alabar que prefirió lo que entendió mejor para la UPL que su futuro político.

—¿Le gustaría ser candidato a la Alcaldía?

—Sin perjuicio de lo que puedan decidir las bases y los órganos del partido, por mi parte estoy en disposición de ser candidato

—Es consciente de que es el antilíder de la UPL, lejos ese personaje con carisma de escaparte. ¿Lo ve como un hándicap?

—Los histrionismos políticos no son buenos. En el corto plazo puedan generar réditos, pero a la larga perjudican. Me voy a basar en la honradez, la seriedad y el trabajo, serán el norte de mi actuación. Si me va dar réditos o perjudicar, el tiempo lo dirá.

­—¿Cuál cree que es la mayor debilidad del partido ahora?

—No llegar a todos los ámbitos de la sociedad leonesa. En estos momentos, con una estructura de partido importante, nos falta llegar más a la sociedad, como por ejemplo al Bierzo.

—¿Para llegar a esos sitios puede ser mediante pactos con colectivos?

—Es una posibilidad. No descarto reunirme con colectivos importantes, aunque debe ser por coincidencia de objetivos y que quede claro que las siglas de la UPL son irrenunciables.

—Y la ansiada reunificación del leonesismo, ese pacto al estilo CIU con el PAL.

—He tenido alguna conversación con Miguel Ángel Díez del PAL, pero no veo la posibilidad de una coalición. La coalición se hace entre iguales y sería muy dificultosa porque las diferencias electorales son abismales. No me aparto de acuerdos en determinadas localidades, siempre que lo refrende el partido.

—¿Qué les separa?

—Probablemente las personas. La gente que está en el PAL se marchó de la UPL, sería difícil que tuvieran de nuevo cabida.

—¿Ya le ha pedido cita a Morano?

—Ni ha existido, ni existe, ni existirá acuerdo con Morano. Quien tiene que formar la candidatura es la gente que está en la UPL y que está dispuesta a trabajar por la UPL. No me parece a mí que sea una persona que esté dispuesta a trabajar en la UPL.