León creará 600 puestos de trabajo en comercio y hostelería en Navidad
Los empresarios, entre la cautela y la expectativa ante el cambio de rumbo del consumo
La decoración navideña, ayer en una de las calles del centro de la ciudad, intenta animar el ambiente festivo y el consumo.
Aquí está la Navidad. Y con ella la recta final del ejercicio para comercio y hostelería, que ahora más que nunca echan el resto en las últimas semanas del año para intentar cuadrar unas cuentas que de momento no ven luces al final del túnel. Sólo ven las que preparan el ambiente para las fiestas, y esas también las han tenido que poner en parte ellos.
Los ánimos están tan divididos como los análisis sobre cómo se encuentra la crisis. Unos se aferran al tímido repunte del consumo, pero repunte al fin; otros auguran un crecimiento ligero del gasto en las próximas semanas; algunos advierten de que las familias siguen en las mismas o mayores dificultades, y aunque reconocen que la Navidad es uno de los momentos en los que se hace un esfuerzo y se gasta más matizan que las alegrías macroeconómicas están aún muy alejadas de los bolsillos domésticos.
El caso es que las empresas anuncian un aumento de las contrataciones para hacer frente al mayor trajín navideño, que se cifra (según las compañías de trabajo temporal) en 200.000 contratos para las próximas semanas. Casi 600 de ellos se realizarían en León.
Los empresarios locales, representantes de los pequeños comercios y establecimientos, se muestran más cautos. Confían en que los leoneses se dejen llevar por la «mejora de los sentimientos de los hogares hacia la economía» que detecta Eurostat en su último Indicador de Confianza del Consumidor ; pero creen que el optimismo no será tanto como para permitirles llevar a cabo nuevas contrataciones, salvo las puntuales de la hostelería en los días de demanda más fuertes. Insisten en que su esfuerzo desde hace meses se concentra en mantener sus propias plantillas.
Saben, eso sí, que para sus negocios estos días son claves: de hecho, concentran alrededor de un 20% de la facturación anual. Y están dispuestos a animarla. Para ello tanto pequeños como grandes negocios se lanzan cada vez con más premura a las campañas promocionales. Las organizaciones de consumidores advierten de que los compradores pretenden adquirir lo mismo, pero gastando menos; y dedican mucho más tiempo a comparar. Incluso por Internet.
En cuanto a los estudios que adelantan el comportamiento de los ciudadanos en estas fechas, las conclusiones son dispares. Las grandes cadenas de distribución y comerciales (a través de su patronal Anged, y en análisis individuales) prevén reforzar sus plantillas en las próximas semanas porque perciben una mejora de las perspectivas de venta. Consideran que la evolución del consumo «está siendo más favorable» y que «comienza a marcar un punto de inflexión».
Los datos (nacionales) les dan la razón: en septiembre, por primera vez en 38 meses, el Índice de Ventas del Comercio Minorista que publica el INE fue positivo. Desde julio de 2010 no había un dato favorable. Eso sí, las empresas del sector han seguido perdiendo empleo, y sólo en el tramo de autónomos se aprecia un débil crecimiento.
La consultora Deloitte acaba de publicar un Estudio de Consumo Navideño que anuncia un incremento del 2% en el gasto navideño de las familias, el primero después de encadenar caídas desde 2007. El desplome del gasto desde entonces acumula un 30%. Achaca la mejora de previsiones a un incremento de las promociones de los establecimientos, y a que muchas familias se decantarán por dar un respiro al optimismo (al menos al consumista), aunque opten por regalos muy prácticos y miren con lupa los precios.
En cambio la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes calcula para este año una nueva caída del gasto en algo más del 11%. Se recortará sobre todo en lotería y ocio, y se mantendrán más o menos las compras en alimentación (sobre todo para el hogar) y regalos.
Porque la realidad sigue siendo que muchas familias no tienen recursos no ya para afrontar los gastos navideños, sino para asumir siquiera los habituales. Otras muchas sí pueden, aunque siguen aplicando la política de la prudencia. En ese equilibrio es donde buscan su hueco comercios y restauración, un respiro para sus balances y, ojalá, una luz diferente a las de los últimos ejercicios en el túnel del nuevo año.