La verdadera efigie de la talla inicial fue el modelo proporcionado al escultor para la rehabilitación
Imagen original de la Virgen.
La cofradía encargó al escultor que se ajustara «al máximo» a la imagen original en la restauración de la talla, cuyo autor verdadero se desconoce. Únicamente ha podido ser datada de finales del siglo XIX, a pesar de los estudios que se han realizado en este sentido. La labor de los historiadores no ha servido para revelar el nombre del escultor.
No obstante, Nuestra Señora de La Soledad siempre ha sido objeto de una especial devoción en la capital. El conjunto de trono y varales que exhibe cada dos años en Viernes Santo (actualmente lleva cuatro años sin poder celebrar la procesión por culpa de la meteorología) la convierten en un icono de la Semana Santa de León en la actualidad.