el calendario del diario de león
Doce meses, doce casas
El Diario de León entrega hoy la lámina con el mes de febrero
el calendario del diario de león
Doce meses, doce casas
El Diario de León entrega hoy la lámina con el mes de febrero
Convertido ya en elemento imprescindible durante todo el año en hogares, colegios y centros de trabajo, el Calendario de León —que el Diario ofrece de forma gratuita—, invita este 2014 a un viaje por la vivienda popular y los edificios auxiliares de las comarcas leonesas.
Las casas bercianas de piedra y losa, y airosos corredores de madera sobrevolando las calles empedradas de Peñalba de Santiago, guapo conjunto; la bodega subterránea que en tierra llana de León llaman cueva, fresca, abierta a pico en la tierra anaranjada, idónea para la tertulia, la erienda o el trasiego de buen prieto; el gran molino maquilero de cuatro ojos con el agua serena que viene el azud y pasa lamiendo los rodeznos... la más guapa arquitectura tradicional leonesa será la ncargada de acompañar cada uno de los doce meses de este inmediato 2014 en el ya clásico calendario de León que todos los años ofrece a sus lectores este periódico.
La lámina correspondiente a febrero se entrega hoy martes 24; el jueves 26 se ofrecerá la de marzo y a partir de entonces los lectores encontrarán las siguientes a razón de una cada día: el viernes la de abril, el sábado la de mayo, y así sucesivamente —con la salvedad del 1 de enero— hasta culminar el 5 de enero con la lámina de diciembre, todas de forma gratuita.
El Calendario de León se suma a los anteriores trece almanaques creados por este periódico desde 2001, todos ellos dedicados a las tradiciones y al patrimonio histórico y natural de la tierra leonesa con imágenes muy cuidadas y de gran formato. En esta ocasión, el Diario propone un sugestivo recorrido en torno a la construcciones típicas. Entendida a veces como un ‘patrimonio menor’, en realidad estamos ante la auténtica carta de presentación de nuestros pueblos, villas y aldeas, ese primer impacto que puede hacer que un visitante sienta un flechazo inmediato ante el respeto que algunos vecinos demuestran por los materiales, volúmenes y colores con que el paisanaje ha venido levantando secularmente sus viviendas y edificaciones auxiliares.