Los leoneses consumirán 99.000 kilos de pescado y marisco estas navidades
La venta de frutas y hortalizas experimenta una caída del 80% durante este mes.
Imagen de productos navideños tomada ayer en el Mercado del Conde.
Las familias leonesas consumirán en torno a los 99.000 kilos de pescado y marisco durantes estas navidades, si se cumplen los cálculos iniciales. Sólo en las ventas de Nochebuena, se espera que circulne por la capital en torno a 2.000 kilos de mejillón y cerca de 1.000 kilos de almeja.
De acuerdo a los datos que maneja Mercaleón, los precios de este año se moverán en términos muy similares a los de las fiestas navideñas del 2012, si bien la cifra de negocio estará en torno a un 20% superior con respecto a las ventas que se registraron el año pasado.
Peor suerte correrán las frutas y las hortalizas, que al descenso de precios que están sufriendo los productores a lo largo de este año, tienen que sumarle ahora la agravante de que las ventas han caído en torno a un 80%. «Está siendo un año ruinoso en todos los sentidos y no sabemos dónde vamos a acabar», explicó a este periódico el empresario Isidoro Postigo.
Julio Martínez entiende que la parte fuerte de las ventas del mes de diciembre «es la de estos días de Navidades. Pueden suponer en torno al 70% de las ventas de todo el mes, pero depende mucho de las circunstancias».
Comprar con antelación es el principal y más eficaz consejo para gastar menos dinero en Navidades. La mayoría de los productos que se encarecen en las fiestas se pueden adquirir con semanas e incluso meses de antelación. El congelador de casa es, en estas fechas, la mejor herramienta para ahorrar. Cuanto más suben el cordero o la merluza en el mercado, mayor es el ahorro de un consumidor precavido, que podrá disfrutar por partida doble, ya que el sabor de estos congelados en la cena de Navidad será casi idéntico a los alimentos frescos, mientras que su precio habrá sido mucho menor.
Productos típicos
Las asociaciones de consumidores recomiendan no dejarse llevar por las prisas y comprar solo lo necesario, además de hacer un hueco en el menú a recetas que no utilizan los productos típicos de Navidad, pero que resultan igual de sabrosas. Es el caso de la ternera o el pescado azul: varían poco su precio en fiestas, y hay platos exquisitos que se cocinan con ellos.
También es positivo vigilar con atención las ofertas que a veces conducen a un mayor gasto y atender al etiquetado y fecha de caducidad del producto.
No está de más comparar precios y calidades de varios establecimientos, si es posible y fundamentalmente vigilar la calidad, higiene y manipulación de los alimentos que se tiene previsto congelar.