UPL teme los efectos del plan de ajuste, pero admite que es fruto del despilfarro
. Cree que si la deuda no se hubiera disparado a 80 millones, los recortes serían menos drásticos y nefastos .
La UPL reconoce que las circunstancias económicas por las que atraviesa el Ayuntamiento de San Andrés, en situación de quiebra por una deuda de 80 millones, son «alarmantes y consecuencia de gastar sin mesura y a lo grande durante mucho tiempo». Los leonesistas recuerdan que denunciaron en los últimos años «que no se podía seguir gastando mucho más de lo que se ingresaba, y se pregunta por qué el Consejo de Cuentas, a cuyo órgano se envían las cuentas anuales, no dio la voz de alarma al ver que el agujero crecía. Como consecuencia, los proveedores y acreedores del Ayuntamiento «se quedaron sin cobrar y con dificultades serias para la continuidad de sus empresas y de sus empleados», matizan. Para pagar esta deuda, el Ayuntamiento se ha acogido al Plan de Pago a Proveedores creado por el Gobierno central, mediante el cual se han establecido unos créditos de más de 50 millones de euros del Instituto de Crédito Oficial, con un interés del 6% y devolución en 10 años. UPL cree que esa solución «no ha sido la adecuada, puesto que no han tenido en cuenta la situación particular de cada ayuntamiento y en San Andrés obliga a realizar planes de ajuste tan drásticos e irrealizables en la práctica, que traerán nefastas consecuencias para muchos ciudadanos y empleados municipales».
Con ingresos de 19,5 millones y gastos de 23 millones de euros, el Plan de Ajuste supone modificar el capítulo de personal, aunque «no sabemos cómo se va a llevar a cabo esa modificación, y nos tememos que sea perjudicial para quienes no tienen culpa de la deuda arrastrada por la mala gestión».
Respecto a los servicios municipales, los leonesistas vaticinan que «correrán la misma suerte, algunos se cerrarán y en otros habrá que pagar más por seguir recibiéndolos». Opinan que durante la vigencia del plan no habrá inversiones y que la situación actual «demuestra una vez más que no estábamos equivocados cuando alertábamos que la política económica seguida 7 años atrás traería consecuencias graves. Queremos dejar claro que si en vez de tener 80 millones de deuda hubiéramos tenido menos, las medidas de recorte de hoy no serían tan drásticas y nefastas».
Esperan que lo vivido estos años de crisis sirva de lección a ciudadanos, políticos y dirigentes.