La ORA ingresa 3,4 millones en tiques en 2013 pese a la bajada del 4% de ocupación

Ni la crisis, ni la bajada de vehículos que circulan por las calles del centro, ni el aumento del cuidado de los conductores. No hay factor que desestabilice el balance de ingresos de la ORA. Una saca que en el 2013 se cerró de nuevo con 3,4 millones de euros sacados de los parquímetros, apenas 26.262 euros por debajo de lo obtenido en el 2012, gracias al esfuerzo de celo de los controladores para hacer cumplirla normativa de manera estricta, sin concesiones más allá de los 10 minutos de cortesía sobre el tiempo del ticket, pero no para los que se confían en que los últimos 15 minutos son de gracia o quien se entretiene para buscar cambio. El negocio instalado en 125 vías de la capital leonesa, abierto durante 8 horas, cinco días y medio a la semana y sin capacidad de escape para los ciudadanos en los 5.366 estacionamientos de zona pública sometidos al régimen de pago. Un cuenta de resultados por encima de la cual todavía habría que contabilizar las sanciones que no son anuladas en el día y cuyo cobro pasa a depender de la Policía Local de León: cerca de 30.000 anuales, a razón de 60 euros cada una si se abona dentro del plazo ordinario.

Pero sin contar estas denuncias que ingresa de manera directa el Ayuntamiento, la sociedad mixta Eulsa cerró el ejercicio 2013 con 3.407.931,14 euros: 3.223.209,84 euros de los parquímetros de zona azul y naranja, 77.889,37 euros de la recaudación de la zona verde de residentes, 15.074,62 euros de la ocupación de vía pública y 91.767,2 euros de ingresos financieros. Un partida frente a la que hubo que contraponer unos gastos de 2.064.147 euros, de los que 1.484.643 euros se destinaron al pago de las nóminas de los 56 trabajadores de la plantilla y sus correspondientes seguros sociales. Las pagas que originaron que, a pesar de que el gasto corriente disminuyó de manera ligera, el balance con respecto al 2012 se cuadró con 185.427 euros al alza, casi un 10% más, con facturas como los 32.653,76 euros del alquiler de las oficinas, a pesar de que el Ayuntamiento cuenta con locales vacíos.

El cruce de ingresos y gastos dejó sobre la balanza un beneficio neto después de impuestos de 940.648 euros, lo que supone una bajada de 150.240 euros con respecto al ejercicio anterior. El saldo del que el socio privado obtiene 404.478 euros por su 43% del accionariado, mientras que el Ayuntamiento logra 536.169 euros por su 57% restante; el resultado por encima del cual la empresa Dornier debe abonar de manera anual al consistorio 167.517 euros de canon concesional al año.

Las ganancias salen de los parquímetros. Las huchas en las que se recaudan de media diaria 11.461 euros: 10.228 euros de la zona azul y apenas 23.069 euros de los espacios delimitados en color naranja. La bajada de la rotación, que rondó el 4% con respecto al 2012, del 80 al 76%, se centró sobre todo en áreas de larga estancia: San Pedro, el tanatorio y Papalaguinda. Los puntos desde los que, pese a que la tarifa a partir de la segunda hora es más barata, los usuarios se han desplazado hacia el centro, donde casi todo es azul, con 322.529 tiques de media al día expedidos.

En esta cuenta inciden las multas expedidas por los controladores. Más de 94.000 en todo el año, después de que en el segundo semestre se atemperara un poco la subida del 10% que se había dado en los seis primeros meses con respecto al 2012; una media de 350 diarias, lo que supone entre 10 y 12 por controlador. Unas sanciones que cada vez se anulan más en los parquímetros, donde el 67% ya opta por no dejar que llegue a la Policía Local, frente al 63% del pasado ejercicio, tras abonar 3,60 euros si no han transcurrido más de 30 minutos sobre el tiempo del tique o 9 euros el resto de la jornada.