Jaque a los escaparates con solera
La actualización del alquiler pone en peligro mil comercios
Un millar de comercios de la provincia con renta antigua deben renegociar su alquiler antes de fin de año
Almacenes Catalanes, un comercio mítico en León
El paisaje urbano ligado al comercio tradicional, con locales que aún guardan la atmósfera creada por sus fundadores hace décadas, está al borde de la extinción. Cada vez son menos los ejemplos de tiendas de toda la vida en la capital y en las principales localidades de la provincia. La crisis, la falta de relevo generacional, el cambio de tendencias entre los consumidores y otros factores han abocado al cierre a cientos.
Otro elemento se suma este año a la incertidumbre sobre la supervivencia de este sector. El 31 de diciembre expirarán los contratos de renta antigua, aquellos sometidos a prórroga forzada antes de la denominada Ley Boyer. Un obligación legal que forzará a los propietarios de estos comercios a negociar con los arrendadores una nueva renta.
«Tendrán que llegar a pactos de acuerdo a la legislación actual, realizar un contrato nuevo con renta del mercado de hoy en día», recalca el gerente de la Cámara de la Propiedad Urbana de León, Miguel Ángel Sánchez Fraile. Estima que en esta situación se encuentran actualmente el 10% del comercio: un millar de negocios, alrededor de 500 ubicados en la capital y su alfoz, teniendo en cuenta que en la provincia existen algo más de 10.000, el 45% de ellos con emplazamiento en León su área metropolitana. Estos datos no incluyen la zona de Astorga.
«Ya no quedan muchos casos, durante los últimos años la mayoría han cerrado, traspasado su negocio o renegociado su renta», explica. Y recuerda que en 1995 todos los comercios actualizaron de acuerdo a la fecha de su contrato y la renta inicial, «aunque no todos llegaron al precio del mercado, los que sí lo hicieron no tendrán problemas ahora».
La Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994 introdujo una moratoria para que los locales arrendados antes de 1985 mantuviesen la renta antigua por un plazo de veinte años, periodo que expira a finales de 2014. Los propietarios de estos negocios verán cómo sus rentas, con esta actualización obligada, se elevan a niveles actuales.
Un estudio presentado en otoño por la Cámara de Comercio de León sobre el comercio minorista reveló que precisamente las tiendas tradicionales son las que presentan una «elevada tasa de mortalidad, aquellos que llevan más de veinte años de trayectoria suelen ser negocios cuyos propietarios dejan la actividad, pero por la situación económica actual no dejan las tiendas en manos de sus descendientes», destacó en ese momento el responsable del Consejo de Comercio, Alfredo Martínez.
El sector del comercio supone, según este mismo estudio, el 28% del total de las empresas de la provincia (excluyendo el área de Astorga). A la cabeza se sitúan los establecimientos de alimentación, un 30% del global, seguidos por construcción y equipamientos del hogar, vestido y calzado y vehículos y sus accesorios.
En cuanto al empleo, el sector da trabajo en la provincia (sin contar la zona de Astorga y su partido judicial) a alrededor de 17.500 trabajadores, 500 menos que tenía cuando comenzó la crisis. Además, unos 4.600 negocios están en manos de autónomos, casi 400 menos que en 2007.
El estudio refleja también que desde el inicio de los tiempos difíciles en la economía española se dieron de alta cada año (a partir de 2007) un millar de negocios, pero las bajas han sido por ahora más numerosas en todos los ejercicios. Un balance que arroja como resultado una reducción en 220 negocios del sector del comercio al por menor en la provincia.