INFRAESTRUCTURAS
El recinto ferial ya toca su techo
La cubierta de la zona del Palacio de Congresos en la que se desarrollarán las ferias ya está levantada para avanzar en el horizonte de apertura para el año 2016.
El recinto ferial del Palacio de Congresos ya tiene techo. Se puede ver. Una estructura metálica, de la que apenas quedan por levantar la última pieza, bajo la que se cobijan más de 10.000 metros cuadrados listos para el desarrollo de ferias y exposiciones. Un área, con capacidad para dividir el espacio en tres zonas en función de las necesidades expositivas de cada muestra, que se abrirá en 2016, según la reprogramación del proyecto definida para adecuarse a las aportaciones económicas de la Junta, el Gobierno y el Ayuntamiento. El punto de arranque, más allá del Palacín abierto hace dos años y en el que ha habido media docena de pequeñas iniciativas, que en un plazo de dos años quiere poner el suelo a la iniciativa defendida como el revulsivo turístico para la ciudad. La apertura que se completa con la puesta a disposición de la ciudad de una gran plaza, a la que dará sombra el alero de la infraestructura.
El armazón metálico da la cara al centro de la ciudad y la espalda al Palacio de Congresos, donde se mantienen los muros al aire, apuntalados, a la espera de su turno. Mientras, se avanza en la construcción del recinto ferial, en el que ya se ha terminado el sótano, que contará con 10.000 metros cuadrados, y se espera que antes de final de año esté cerrada la estructura sobre rasante. El recinto en el que los planos dibujan los tres espacios expositivos, de 3.000 metros cuadrados cada uno con capacidad para combinarse, un vestíbulo de 1.000 metros cuadrados, una sala VIP de 70 metros cuadrados y oficinas para los organizadores con 90 metros cuadrados.
Un edificio que, al final, no estará coronado por la cubierta fotovoltaica que concibió el arquitecto, Dominique Perrault, para abastecer a la infraestructura, después de que el Ayuntamiento decidiera sacrificar esta parte, cifrada en 2,5 millones de euros, para asumir la desviación del presupuesto inicial provocada por el aumento del IVA. Un techo que se resolverá sin las obleas de silicio antes de final de año, según la previsión de los trabajos, en la que se marca la necesidad de resol ver la estructura exterior a lo largo del próximo año poder acometer el interior.
Más tendrá que esperar el edificio del Palacio de Congresos, marcado para 2018. Lejos de la primavera de este año, que era la fecha marcada cuando se adjudicó el contrato, cifrado en 69,9 millones.