El impuesto lleva a la Junta a recaudar 100 millones menos en dos años
«Seguimos sin entender la finalidad de este impuesto. Puede que a muy corto plazo haya llevado a la Junta a recaudar, pero en realidad está perdiendo, porque se vende mucho menos, y se tributa sobre las ventas». Ayer el Gobierno autonómico cifró en 86,6 millones de euros lo recaudado por el céntimo sanitario en el conjunto de la Comunidad en diez meses, pero lleva cobrándolo en total 24 meses.
En todo caso, las asociaciones patronales de estaciones de servicio calculan que en estos dos años la Junta ha dejado de recaudar 500 millones por el desplome del consumo, que en la provincia de León los empresarios del sector cifran en más de un 30% desde que entró en vigor la medida, en marzo de 2012. Una pérdida que se suma al descenso que se venía registrando durante la crisis.
Según Carmen Sáenz de Miera, presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio de León, los ingresos del sector «se han desplomado, pero porque se han trasladado a otras autonomías donde el impuesto autónomico es menor o no está en vigor». Los empresarios lamentan el «reino de taifas» fiscal que supone que cada autonomía pueda aplicar un recargo diferente, y las dificultades que supone para la competitividad en el sector.
Sáenz de Miera insiste en las peticiones que reiteradamente hacen a la Junta para que retire el impuesto, que en Castilla y León se aplica en el tramo más alto. Y recuerda que Navarra ha realizado un estudio que ha llevado a su gobierno a decidir la retirada del tramo autonómico del impuesto.
Más allá, propone tomar este ejemplo y «convertir a Castilla y León en una especie de isla fiscal, para captar consumidores e incrementar las ventas. Así el sector tendría un alivio, y la Junta también recaudaría más».
Insiste en que «la retirada del impuesto es una cuestión de voluntad política, porque económicamente se ha demostrado que es perjudicial para la Junta. Pero daña a todos los sectores. No sólo a los empresarios de las estaciones de servicio, también a los transportes, distribuidores, mayoristas, autónomos,...».
Perjuicio
Un perjuicio que ha influido de manera determinante también en los consumidores, que son los que han asumido el cargo de este impuesto; mientras los empresarios han padecido especialmente lo que denominan el «efecto frontera», con otras autonomías donde los combustibles resultan más baratos.
Desde la asocaciación de transportistas Altradime recuerdan que para un camión medio, que reposta unos 1.100 litros cada vez, el coste por depósito del impuesto de la Junta supone 26 euros a mayores. Aunque luego son devueltos por la Junta, en su totalidad desde que el impuesto se ajusta a la legalidad europea. No ocurre lo mismo con los autónomos y el resto de los consumidores.
Carmen Sáenz de Miera espera ahora que desde el Gobierno se aclare cómo hay que actuar para reclamar las cantidades que sea posible devolver, aunque considera que el papel de las estaciones de servicio será limitado. «Podemos hacer poco más que extender las facturas a aquellas empresas que siempre trabajan con nosotros».