EL FIASCO DEL CÉNTIMO SANITARIO
El impuesto que vino para quedarse
Los transportistas se acogen a la devolución del céntimo sanitario en la Comunidad y preguntan qué pasa con el tramo estatal. Entre los particulares sólo hay resignación.
Si hubiera que definir con una palabra la situación que ha creado la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la ilegalidad del céntimo sanitario esta sería confusión. Y dudas, muchas dudas. Sobre qué y cómo cobrar. Sobre cuánto puede reclamarse. Y sobre cuándo llegará el dinero a los bolsillos de los que salió. Eso para los profesionales del transporte, aquellos que pueden justificar con facturas cuánto y dónde pagaron el sobrecoste antes de que este fuera absorbido por la legislación armonizada con la UE, a principios de 2013. Para el común de los ciudadanos la setencia europea que ratifica el abuso cometido durante más de una década sólo deja una certidumbre: será prácticamente imposible reclamar nada.
Las opiniones en el sector son por otra parte dispares. En los últimos días se ha hablado de la devolución del tramo autonómico del impuesto, pero no está tan claro cómo reclamar el tramo estatal, que en la mayor parte de las autonomías es el que se ha estado cobrando durante más tiempo. En el caso de Castilla y León, muchos transportistas se conforman con que la Junta devuelva los 4,8 céntimos por litro de combustible que cobra a mayores. En los primeros diez meses de vigencia del impuesto (de marzo a diciembre de 2012) sólo les devolvía la mitad. La evidencia de que la estampida de camioneros a repostar en autonomías limítrofes causaba más perjuicio en la recaudación que lo que se cobraba por el entonces céntimo sanitario llevó al Gobierno autonómico a reconsiderar su postura, y devolver (con condiciones) el impuesto a los profesionales.
Lo hace con meses de retraso, «eso nos convierte en un banco a coste cero de financiación para la Junta», pero lo devuelve. ¿Qué pasará con el resto? «Si van a tardar otros diez años en pagarlo, ya no tendrá sentido».
A otros camioneros les preocupa menos el impuesto y las diferencias entre autonomías. Especialmente a los que hacen rutas internacionales. «Con 1.300 litros en el depósito la empresa ya sabe hasta dónde vas a llegar, y tiene acuerdos con determinadas estaciones que les hacen descuentos». Esa práctica ya era común, pero con la guerra de impuestos muchos empresarios de las gasolineras apostaron por hacer mejores ofertas a los transportistas a cambio de quedarse con los servicios.
En cualquier caso, «el gasóleo es mucho más caro en el resto de los países, incluso en Portugal».
No parece ser lo que más preocupa al sector. «Más importante es que se arregle lo del IVA, ahí sí que adelantamos dinero a cambio de nada. A veces ni siquiera llegamos a cobrar el trabajo, pero los impuestos ya están pagados. Eso nos causa más quebranto».
En otras autonomías las patronales del transporte ya han hecho cálculos de cuánto tendrán que devolverles las administraciones, en Castilla y León el tramo autonómico podrá reclamarse por los primeros diez meses de vigencia, y en ellos la Junta ya devolvió la mitad de la recaudación a los profesionales.
Desde el 1 de enero de 2013 les devuelve todo, pero desde entonces el impuesto ya es legal en todos sus tramos. Es decir, vino para quedarse. El consumidor no profesional pagó entonces y seguirá pagando ahora. Retirar el sobrecoste es una cuestión de voluntad política.
En las estaciones de servicio las conversaciones en los últimos días se vuelcan en la incertidumbre. «Los conductores nos preguntan qué hay que hacer para que te devuelvan el dinero. Qué sé yo. Ni idea. Creo que a la mayoría de nosotros no nos van a devolver ni un euro. Quién pide y guarda facturas, y menos de hace años».
La UE calculó en 13.000 millones de euros el dinero recaudado indebidamente. ¿Cuánto y cuándo será devuelto?