PSOE, Ixsa, PAL e IU aprueban una moción sin efecto para cambiar el alcalde

Cuatro grupos de la oposición, PSOE, IXSA, PAL e IU, aprobaron ayer una moción que pide al alcalde, Gregorio Chamorro, que dimita en favor de uno de sus compañeros, a sabiendas de que el documento es un mero tirón de orejas al regidor por su gestión, ya que carece de efectos prácticos. EL PP y UPL, que se abstuvo, animaron a esos once concejales a dar un paso más, «tener gallardía» y presentar una moción de censura; cuestión que, de momento, eluden, aunque IU estaría dispuesta a convocar incluso elecciones municipales.

El debate político sobre la conveniencia de que Chamorro renuncie al bastón de mando, en opinión de parte de la oposición, copó dos de las siete horas del extenso Pleno celebrado ayer. La portavoz del PSOE, María Eugenia Gancedo, puso en duda la «fiabilidad» del alcalde en asuntos como la prometida continuidad de los 17 trabajadores de las piscinas o en el logro de ahorros económicos con la municipalización de la limpieza, tras sentencias que castigan al Ayuntamiento con medio millón.

El edil de IXSA, Luis Herrero, considera que el estado de salud del Consistorio ha empeorado con el PP, al pasar «de Guatemala a Guatepeor», mientras IU cargó sus dardos dialécticos contra el Plan de Ajuste, «la madre de todos los desastres» para el municipio, según dijo, y la «pésima gestión de personal». El representante del PAL, Francisco Gómez, añadió ejemplos de la que entiende «controvertida» manera de gobernar de Chamorro y desvió también sus flechas hacia UPL «por sujetar al equipo de gobierno y no denunciar sus desmanes».

Los leonesistas hicieron oídos sordos y respondieron asegurando que su partido «no usa su tiempo de trabajo en pedir dimisiones estériles» ni en «brindis al sol para hacer ruido». Instaron a buscar soluciones y a «arrimar el hombro», para sacar al municipio de la complicada situación.

La concejala de Servicios, Noelia Álvarez, reconoció que el PP no había podido «realizar una gestión mejor, porque no hay un duro para ello», replicó que pese a las sentencias en limpieza y jardines se ha pasado de 4,6 millones a 2 millones anuales, y se han pagado 50 millones a proveedores, 30 de ellos a la propia ex adjudicataria Urbaser.

Jarro de agua fría

Sus palabras cayeron como un jarro de agua fría en la bancada socialista, donde Gancedo se preguntó «si estamos tratando aquí la reprobación de la junta de gobierno actual o la anterior», e insistió en que el alcalde defiende «intereses partidistas y no a los vecinos». Por su parte, el portavoz popular, Francisco Herrero, incidió en que todos los plenos «son igual, a parte de criticar e intentar desgastar al equipo de gobierno, nada».

Una visión similar posee el propio alcalde, quien animó a la Corporación «a reflexionar» por el ejemplo poco «edificante que damos». Pidió que «desde la «honradez y el sentido común» cada cual defienda su criterio y que se dejen los temas que ya están en los juzgados.

También reclamó prudencia en el uso de los adjetivos de corruptelas que hacen miembros de la oposición, opiniones contra las que no descarta emprender acciones. Chamorro explicó que la situación es «complicada», que lo fácil habría sido solicitar la intervención del Ayuntamiento, pero que adoptaron un camino más difícil, pero «menos dramático» para los empleos y los servicios.