Un leonés preso desde 1998 se niega a salir si no reconocen que es inocente
Presenta una querella contra tres magistrados del Supremo por prevaricación.
David Villafañe lleva 15 años en prisión y exige que se reconozca que era inocente y está en prisión por error.
Daniel Villafañe García, un joven de 38 años hijo de leoneses y descendiente de Sahagún, que permanece desde 1998 en el Centro Penitenciario de Nanclares de la Oca (Álava) cumpliendo condena por un delito de asesinato que según él no cometió, ha decidido demandar a tres magistrados del Tribunal Supremo por un supuesto delito de prevaricación, al conseguir informes que avalan que la muerte de su novia, de la que una sentencia lo considera culpable, se debió a causas naturales.
Villafañe cuenta con un informe del médico forense salmantino Vicente Herrero Hidalgo demuestra que la muerte de la joven se debió a una miocarditis y descarta la existencia de un asesinato, tal y como recoge la condena por la que lleva 18 años en la cárcel. Durante todo este tiempo, ha estado dos veces en huelga de hambre, la primera en 2003 que concluyó con la reanimación médica cuando su vida corría serio peligro y la última en el año 2004, después de que cayese en un coma hipoglucémico después de dos meses siendo alimentado a través de una sonda nasogástrica.
Actualmente tiene cumplidos ya quince de los diecinueve años de la pena, pero se niega a aceptar los beneficios penitenciarios porque según él, sería reconocer que la sentencia era justa.
Villafañe recibió la semana pasada un segundo informe de Luis Frontela, el forense del caso Alcáser, en el que se ratifica que el corazón de la fallecida presenta «un foco linfocitario intersticial» que según el reo, haría descartar todo indicio de asesinato.
La querella fue interpuesta el pasado día 20 de febrero y cuenta con el informe de otros tres forenses más de primera línea que según su versión, demuestra que no tuvo nada que ver con el caso y que está cumpliendo condena injusta por unos hechos que yo no cometió. Actualmente la representación procesal del penado la ostenta Guillermo Salvá Paradela.
Fue en 1995
Los hechos ocurrieron en octubre del 1995 en Getxo (Vizcaya). La joven falleció y ya en la primera autopsia se hacía constar que se trataba de una muerte natural, siempre según el relato del condenado. Las compañías de seguros alegaron que se había producido una inducción al suicidio, porque había unas pólizas de por medio. Nunca cobró los 50 millones de pesetas de las pólizas, según manifestó su abogado.
Villafañe contrató a Echeverría Sebastián (uno de los letrados del caso Bretón) para que se demostrara en el juicio su inocencia. La Audiencia Provincial de Vizcaya lo condenó a 19 años y medio de prisión por asesinato y le aplicó además también otra pena por una estafa en grado de tentativa.
El 20 de mayo del 2013 el condenado presentó una solicitud de revisión de condena alegando que la víctima había fallecido en un ataque de asma por causas naturales. Fue desestimada.