«Ya no sonará el móvil ni saldré de la cama de noche»

44 años, 6 meses y 7 días después de empezar a servir al Cuerpo Nacional de Policía, mañana viernes se retira con un homenaje (Hostal de San Marcos, 14.45 horas). Las Palmas, Barcelona, Burgos, Ávila «como jefe del Área Jurídica», Valencia y León han sido sus destinos. Ahora, se queda para siempre en la capital. «Pero por las noches ya no sonará el móvil ni me sacarán de la cama».

Recuerda intensa la etapa de Zapatero en la presidencia del Gobierno «porque cada vez que venía había operativos muy importantes» y tiene un sabor agridulce en materia de homicidios: «Tienes la satisfacción del deber cumplido cuando esclareces casos como el de Marta Villayandre y el deber complicado de ponerte ante la familia durante la investigación».

Se acuerda de la celebración del Día de las Fuerzas en León (2007) como un hito histórico: «Aprendimos mucho de la gente que vino de fuera a formar el dispositivo y todavía encontramos ciudadanos orgullosos que te dicen: ‘¡Yo estuve allí!’ Fue especial».

Nunca ha tenido la sensación de estar en peligro a nivel personal «aunque cualquier mindundi te saca un cuchillo en la calle y te la prepara». Por una Ley de Murphy no escrita, los sucesos ocurren «en el peor momento para tu vida personal» pero también reconoce la otra cara: «Si no te llaman para acudir, te cabreas». ¿Cuestión de vocación?: «Al principio tienes unas metas y al final te acabas volcando. La profesión te engancha pero es muy exigente con tu familia».

Una visión dolorosa: «El cadáver de un niño». Una sensación: «Hemos ganado la calle, pero me gustaría que la gente nos conociera más». Un reconocimiento: «La labor que se realiza en las áreas de Delincuencia Urbana, Seguridad Ciudadana, Unidad de Prevención y Reacción (UPR), Información, Extranjería o Policía Científica». Y un deseo: «La Policía Nacional necesita un salto cualitativo. Hay que evolucionar. Somos de lo mejor que hay, pero hace falta entrar en la era moderna, usar legalmente los medios que nos aporta la tecnología y conseguir que tengan respaldo y validez judicial. Cualquier empresa lo está haciendo».

También un matiz: «La Ley de Protección de Datos está muy bien, pero a veces se convierte en un impedimento y sólo pedimos información para investigar, no para enterarnos nosotros de la vida de las personas».

Reflexión final: «Va siendo hora de empezar a pensar con mentalidad de 2020».