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El PSOE culpa al PP de que León siga sin el CRC que controlará el noroeste

El procurador socialista Miguel Ángel Fernández Cardo y el consejero Antonio Silván, en el debate.

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León

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La alta velocidad ferroviaria también fue ayer el eje central de uno de los debates entablados en el pleno de las Cortes entre el procurador socialista leonés Miguel Ángel Fernández Cardo y el consejero de Fomento, Antonio Silván. «Con su complicidad servil, sólo en materia ferroviaria, los tres años del Gobierno de Rajoy han negado a León más de 500 millones de euros de inversión», le espetó el procurador del PSOE a Silván.

Con gráfico en la mano, Fernández Cardo explicó que desde 2011 la inversión Renfe, Adif y Feve ha disminuido una tercera parte en la provincia: de 347 a 111 millones. Y ya le advirtió de que la consecuencia de esta merma en el dinero procedente del Estado será «la pérdida de más de 600 puestos de trabajo ferroviarios directos y 2.400 indirectos en León».

Con estos datos, el procurador socialista exigió a Silván que no le replicara con la «excusa» de la falta de dinero. Para argumentar esta afirmación recordó «las seis veces más de recursos» que se lleva por ahora el AVE del Mediterráneo o el hecho de que acaben de licitar los centros de regulación y control de tráfico para toda España y «sólo hayan excluido a León». Recordó al consejero que el CRC de León supondría 100 empleos y «el blindaje» de la delegación de red convencional del noroeste en León, que «actualmente ocupa a 300 trabajadores».

Por su parte, el consejero de Fomento, Antonio Silván, rechazó ayer que el Gobierno de Rajoy haya parado proyectos ferroviarios en la provincia de León iniciados con José Luis Rodríguez Zapatero, como denunció el socialista Miguel Ángel Fernández Cardo, que cifró en 500 millones lo dejado de invertir en este periodo del Partido Popular en La Moncloa.

«Se puede criticar en otras áreas a Fomento, no en materia ferroviaria, que hay que aplaudirle porque invierte 1.300 millones en Castilla y León y 710 millones en tres años para León. Es pasar de las promesas a los hechos, mal que le pese», zanjó el consejero.