EL FINAL DE UNA EMPRESA EMBLEMÁTICA
El hijo próspero de Antibióticos
DSM Vitatene consolida su factoría leonesa con la estabilidad de su plantilla, una producción rentable y nuevas inversiones en logística y en el departamento I+D.
Vitatene era tan Antibióticos que además de tomar de allí su germen, arrastró plantilla y tareas; incluso, servicios. Y por un tiempo, los mismos problemas laborales y económicos que ahora explican una empresa abocada a la liquidación, la que fue matriz. De ese fuego se libró Vitatene, hoy en una posición antagónica a la que padece el seno que la gestó, por una cadena de circunstancias que comienzan por el hecho de librarse a última hora del paquete de venta que Fidia realizó de la compañía farmacéutica leonesa. Contrato de compraventa de acciones de entre Fidia y Calidad en la Elaboración, por el cual ésta sociedad pasó a ser titular del 100% del capital de Antibióticos a cambio de un euro. En un expositivo del contrato se deja constancia de exclusión de la sociedad Vitatene al haber transmitido previamente Antibióticos a Fidia las acciones de Vitatene. El relato del desgajo se subraya en el informe provisional de la administración, instado por el juzgado de lo Mercantil. El movimiento está registrado en octubre del 2009. Tres años y medio después, basta con mirar dónde están cada una de las dos sociedades para evaluar la fortuna de aquel instante. «Hay un giro de ciento ochenta grados», acuerdan ahora a valorar los delegados de personal de Vitatene, que luego de navegar un tiempo en el holding italiano de Fidia fue adquirida por la holandesa DSM, la otra parte definitiva que explica que la factoría naranja asentada en la espalda este de Trobajo del Cerecedo emita pálpitos boyantes, económica y laboralmente. «Sufrimos expedientes de regulación cuando pertenecíamos al grupo de Antibióticos, y ahora estamos en una empresa seria, que respeta a los trabajadores y produce», relatan Cruz Juanes y Jorge González, representantes laborales. En el cenit de la paradoja, del abismo hacia el que giró la farmacéutica nodriza y la remontada que emprendió la afiliada, ofrecen un dato: en el ejercicio del 2012, DSM Vitatene dio beneficios. León cuenta con una planta rentable entre las cuatro que la multinacional holandesa tiene en España; dos en Barcelona, dedicadas a la línea de química fina, más otra en Madrid, que junto a la leonesa están orientadas en la producción DNP, elaboración de betacarotenos para la nutrición humana y animal, y cosmética. «Vitatene, DSM, es una empresa que antepone la seguridad a la productividad», extienden en la explicación del cambio en la relación laboral y estabilidad de sus trabajadores —«una plantilla muy válida»—, radical si la comparan con los años ajetreados que vivieron en la última década, condicionados por el cordón umbilical que les mantenía anexionados a los vaivenes del complejo de Antibióticos. La holandesa, incluso, ha logrado invertir la tendencia de recorte de plantilla, que emprendió Fidia con la amortización de puestos de trabajo. Con la emergente Vitatene, que da empleo cualificado a cerca de medio centenar de leoneses, se liquidó la vinculación con su anterior mentor, que le prestaba servicio energético y de tratamiento de residuos. Entre Antibióticos y Vitatene media un estrecho arroyo y un mundo opuesto. Mientras junto a la Nacional 630 se espera a la hora de la liquidación, en la factoría que mira a la LE-11 hay inversión y planes de crecimiento. «Se va a construir un almacén para mejorar la logística de la producción, que se exporta en su totalidad». «Y se financia la línea de I+D», remarca, sus delegados sindicales, como garantía de que la progresión de la factoría no menguará. El momento de prosperidad que vive la empresa sólo se atenúa por la preocupación que existe por los ex compañeros. «Es terrible si situación, terrible».