La Pasión empieza por las obras

Las fechas previas a la Semana Santa leonesa se caracterizan tradicionalmente por un lavado de cara a cargo de las brigadas de obras del Ayuntamiento de León, que ineludiblemente, y a pesar de las restricciones presupuestarias para otras partidas, pasan por reparar el pavimento de la calle Ancha. Una tarea constante desde que se inauguró la obra, y que sigue sin encontrar la fórmula que aguante el peso de los camiones de reparto y los vehículos que, con las limitaciones existentes, transitan por el delicado adoquinado cada día.

Los operarios llevan a cabo de nuevo la sustitución de las baldosas rotas y aseguran las que no están en perfectas condiciones para ofrecer la mejor cara de la ciudad en una de las vías más transitada durante la Semana Santa, cuando más visitantes llegan a la capital. Y paso también obligado para la mayor parte de las procesiones que comenzarán el Viernes de Dolores.

No es la única obra que desde esta semana acomete el Ayuntamiento de León de cara a engalanar las calles céntricas para la cita turística y religiosa del año. El servicio de Jardines levantó ayer la totalidad del entorno de la fuente de Santo Domingo, para renovar toda su estructura y llevar a cabo la plantación de nuevos adornos florales, acordes con la época del año.

También ayer el Ayuntamiento inició una de las reparaciones más demandadas por los vecinos en los últimos meses: la sustitución de las bombillas y deterioro de las farolas más altas de la capital y sus alrededores, que habían quedado desatendidas después de que el único camión municipal con capacidad para llegar a esas alturas quedase fuera de servicio. Ha sido un largo proceso. El robo de más de cien kilómetros de cable de cobre en los últimos años, las bombillas fundidas (e inalcanzables hasta ahora para los medios disponibles) y el resultado de los actos vandálicos contra las farolas habían dejado varias zonas de la ciudad casi en la penumbra. El Ayuntamiento fijó a principios de este mes el contrato con la empresa que suministra los materiales de repuesto y el servicio de atención al alumbrado público.

Ayer grandes grúas comenzaron a sustituir las bombillas, y a preparar las instalaciones de iluminación en las zonas donde estaban más afectadas. Los operarios necesitaban disponer de un vehículo capaz de superar los 12 metros de altura con las condiciones de seguridad exigidas.