La estación provisional cumple ya tres años
Tal día como hoy, el 18 de marzo de 2011, León celebraba una histórica jornada con la clausura del paso a nivel del Crucero y la inauguración de la estación provisional de Renfe. Pese a la situación de crisis que ya se respiraba, todo fueron parabienes aquella calurosa mañana en la que la Mikado fue la encargada de pasar por última vez por las viejas vías a la espera de que el AVE abriera una nueva etapa en la historia ferroviaria de León. Pero el sueño, tres años después, se ha convertido en pesadilla. El AVE no llega, el soterramiento es un proyecto imposible y la estación provisional se ha convertido en un fondo de saco, hasta el punto de que los asturianos quieren trenes directos a Madrid para ahorrarse el cuarto de hora de viaje de entrada a la capital leonesa.
La estación provisional tuvo un coste de 12 millones de euros, a la espera de una definitiva todavía sin presupuesto. Ese mismo día también se convirtió en historia la vieja estación que sirvió a los pasajeros leoneses durante 148 años. Tres años después, la imagen ferroviaria de León es una gran avenida de prolongación de Ordoño, pero con dos estaciones sin sentido a sus lados. Y sin AVE.