Diario de León

Los colectivos feministas denuncian que estas prácticas son «prostitución encubierta»

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Prostitución encubierta, cosificación de la mujer, discurso machista, derechos vulnerados, mercancía que se compra y vende... Definiciones coincidentes entre colectivos feministas de León consultados para que analicen y opinen sobre estas nuevas prácticas nacidas con la desesperación de la crisis: un techo donde vivir a cambio de servicios sexuales.

«Es otra forma de prostituirse, no por dinero, sino por especie. Sexo a cambio de aprovechar la situación de las mujeres, utilizando la excusa de la crisis», aseguran desde la Asociación de Ayuda a Víctimas de Agresiones Sexuales y Violencia Doméstica (Adavas). «Los hombres utilizan la excusa de la crisis, esta práctica supone otra manera de cosificar a las mujeres; se aprovecha, a ellos mismos le sale mejor».

En Isadora Duncan la proliferación de este tipo de anuncios en Internet les parece «denigrante para las mujeres, que son las más afectadas por la crisis». Su presidenta, María García, afirma que «estas cosas demuestran que la sociedad no ha cambiado, sino que se disfraza» y lamenta que la Red traiga «todas estas consecuencias» que no pueden atajarse.

«Internet es machista»

Cree que las mujeres también son víctimas de las nuevas tecnologías. «Todo esto deja ver que Internet es machista, las mujeres somos consumidoras de la Red, pero no la producimos».

Otro de los colectivos feministas en León, Simone de Beauvoir, piensa, igualmente, que estas prácticas suponen «una forma de prostitución encubierta, aprovechando las circunstancias de la mala situación económica».

Considera que «cosifican a las mujeres, piensan que son una mercancía que se puede comprar y los hombres están convencidos de su disponibilidad. Es gravísimo que en situación de crisis los derechos de las mujeres estén más vulnerados. Todo esto evidencia un discurso supermachista».

Desde Flora Tristán comparten la idea de que esta práctica «son casos de prostitución pura y dura». «No tiene nombre, es indignante. Los prostituidores aprovechan la vulnerabilidad y necesidades de las mujeres en estos momentos de crisis». Este colectivo asegura que este tipo de anuncios «demuestran el intento de sometimiento de la mujer por parte del hombre con el pretexto de que ‘yo tengo casa, tú no’, ‘yo pago, yo mando’». Ejercer el poder como sea.

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