Un 4x4, divisa comercial de la marca que sobrevivió al telón de acero

En la oficina de dirección de Automóviles Rusos recibe una foto gigante del mítico Samara, uno de los utilitarios que en los años ochenta y principios de los noventa se hizo visible y fue punta de lanza de la emergente patente soviética. La horquilla del mercado de los rusos está hoy encorsetada por la estrategia comercial del accionista de referencia en la matriz Auto Vaz, el grupo Renault-Nissan. Según se esté a un lado u otro de la frontera oriental del continente europeo compite con uno u otro fabricante. En la alianza franconipona hay logotipos suficientes. De Lada, en España, emerge la oferta del todoterreno, el 4x4, (calco de aquel que dio nombre Niva, propiedad ahora de Chevrolet) que tiene demanda en la zona más septentrional de la península. «Pirineos, Cantábrico, la misma provincia de León), Extremadura», acaparan la procedencia de las peticiones del modelo que más importa Automóviles Rusos, según desgrana su director, Javier García. Un todoterreno puro, quizá el único que sobreviva en el mercado junto a uno de los modelos que fabrica la Toyota ajustado a este segmento, se convierte en bandera de una empresa leonesa que ha colocado a León en el mapa de la automoción. Al otro lado, recibe los pedidos que se programan con tres meses de antelación la fábrica de Tolyatti, en centro de Rusia, en el curso medio del Volga, que ha llegado a emplear a 130.000 personas y sustenta un asentamiento poblacional en torno a la industria automotriz. Lada, ahora vanguardista, lejos del aquel glamur tras el telón de acero.