La audiencia a Pucci se aplazó a petición del empresario italiano
Empleados de Antibióticos, ayer a la puerta de los juzgados de la capital.
Los empleados de Antibióticos se personaron a la puerta de los juzgados en León a la hora convenida para la audiencia a Daniele Pucci en el mercantil. No se produjo, porque el propio solicitante de la reunión con el juez pidió aplazar el encuentro ante la ausencia del representante del fondo de inversión en el que pivota el apoyo financiero al último plan para rescatar la gestión de la fábrica. «Por causas mayores», alegó la parte empresarial en el escrito que presentó en el juzgado. «No es la primera vez que oímos esto; viene un inversor y después nada de nada; son las argucias de siempre», comentaban los trabajadores de la compañía que se apostaron en la sede judicial con la intención de recordarle al patrón la situación extrema que viven. «No nos fiamos; dijeron que se aplazaba, pero por si acaso vinimos; y volveremos si se fija la audiencia para otro día», anunciaron.
La historia de esta audiencia judicial comenzó por un plan de Calidad en la Elaboración (dueña del 100% de las acciones de Antibióticos) para devolver la actividad a la fábrica y que cuenta con el respaldo financiero de un fondo de inversión. Fue expuesto hace unos días a los administradores concursales y Pucci mostró su interés en trasladar al juez los detalles del proyecto.
En la cita suspendida pretendía persuadir al magistrado para que accediera a suspender el proceso de liquidación en el que está inmersa la compañía leonesa.