Las 608 terrazas le reportan a León casi 150.000 euros de ingresos al año
El buen tiempo estimula la proliferación de veladores para paliar la caída hostelera.
La hostelería leonesa saca el negocio a la calle y el Ayuntamiento de León prepara la caja al rebufo del buen tiempo. La conjunción meteorológica y empresarial en la que se asientan las 608 licencias de terrazas y veladores del padrón municipal. La nómina de contribuyentes que lleva aparejada una cifra de cerca de 150.000 euros que se pondrán al cobro a partir del próximo lunes, por encima de los 141.516 euros del pasado año repartidos entre 590 titulares. La tasa, que de media supone un coste de 246 euros por cada establecimiento al año, a la que en estos días los hosteleros leoneses fían buena parte de la recaudación, estimulada por los turistas que acuden a la Semana Santa leonesa, y con seis meses por delante al menos para rentabilizar la inversión con creces.
La sucesión de terrazas que han empezado a florecer estos días, con el mercurio por encima de los 20 grados, las procesiones en la calle y las vacaciones selladas, se mantienen en las cifras de los dos últimos años, después de que el equipo de gobierno aprobara una rebaja del 50% en la tasa a partir de 2012. El estímulo que aumentó casi un 25% el número de permisos solicitados, en relación inversamente proporcional con la recaudación reconocida por los hosteleros, que hablan de bajadas de más del 10% en el último ejercicio.
Pese a estas cifras estimativas, la rentabilidad de estas instalaciones queda a golpe de vista estos días en cualquiera de las zonas de tránsito de la capital leonesa. Con apenas una jornada de trabajo se cubre la tasa, como admite Edgar García Miranda, gerente de La Trastienda del 13, una de las terrazas de la Calle Ancha que más mueve. Un negocio que paga «más o menos 700 euros al año por 15 veladores» y que cualquiera de los días de esta semana, a pesar de que a media tarde tienen que retirar mesas y sillas para el paso de las procesiones, hace «aproximadamente 1.500 euros de caja». «Estas jornadas son un poco excepcionales, pero de todos modos en verano se trabaja muy bien y no se hacen menos de 500 euros diarios», calcula.
Una tabla a la que se agarran los hosteleros para dar rentabilidad a sus negocios, como demuestra el hecho de que no haya ninguno al que le hayan quitado la terraza por impago de la tasa o deudas, según confirma la concejala de Comercio y Consumo, María José Álvarez Casais. La normalidad que se da a pesar de que en periodo voluntario uno de cada tres hosteleros no cumple con la obligación, según los datos de los servicios de recaudación, que registran que al final abonan con recargo o se les facilita pactar un plan para no quedarse sin el negocio en la calle.