El informe llega tras una petición del PP en el Senado
El trabajo del Tribunal de Cuentas parte de la petición efectuada por el PP en el Senado. El foro en el que se aprovechó la comisión mixta de relaciones con la institución para plantear la necesidad de la fiscalización de las inversiones, centrada en las que afectaron a «la modificación de las instalaciones de las líneas situadas en León y Asturias», así como «las adquisiciones de trenes u otro tipo de transporte con destino a dichas líneas». La solicitud que los populares restringieron al periodo 2005-2012, a pesar de que el PSOE exigió que se ampliara el inicio hasta el 2000 para poder analizar la gestión también en la época de Álvarez Cascos, aunque los populares se negaron.
La petición, aprobada el 25 de junio de 2013, sirvió para que los populares argumentaran la necesidad por el hecho de que «las decisiones que se tomaron en la gestión de Feve no parece que fueran las más adecuados, en algunos casos, no parece que fueran unas decisiones responsables». El dardo ante el que los socialistas en la Cámara Alta aseguraron que les parece «bien que se investigue todo esto y que las mentiras de la ministra Pastor y las mentiras de los portavoces del PP en aquella zona (en referencia a León) se pongan en evidencia».