UNA FÁBRICA ARRASADA
Los Bomberos sofocan dos rebrotes del fuego en la fábrica de Mobbeltur
La Policía Científica investiga si el devastador incendio fue fortuito o intencionado
A pesar de la espectacularidad del incendio, las viviendas colindantes no sufrieron daños
Las complicadas labores para extinguir definitivamente el incendio desatado el pasado jueves en la fábrica de sofás Mobbeltur, de Trobajo del Camino, por la acumulación de materiales combustibles, obligaron ayer a los Bomberos a acudir en otras dos ocasiones por rebrotes de las llamas. Una, pasada la medianoche, y otra a las 7.45 horas de la mañana, según confirmaron.
Además, durante toda la noche, un retén de efectivos de Protección Civil de San Andrés del Rabanedo se hizo cargo de «refrescar» la sección de naves quemadas. «Hasta que no metan una retroexcavadora no se podrá apagar del todo, porque el fuego está debajo de la capa de espuma», explicó uno de los socios, Jorge Matía.
La Policía Científica mantiene acordonado el recinto para investigar, como en las deflagraciones de gran magnitud, si el fuego «tuvo un origen accidental o intencionado», indican. Recogieron muestras in situ y las grabaciones de las cámaras de la empresa. Sus conclusiones se conocerán en los próximos días.
El fuego, aparentemente, se inició al descargar un trailer cargado de planchas de espuma de unos 12 metros cuadrados. El techo de la cabina del camión saltó por los aires, según testigos presenciales, y las llamas se extendieron rápidamente por el poliuretano y el edificio, alcanzando al trabajador D.R., cuando estaba efectuando el traslado de la espuma al almacén. Sufrió quemaduras de carácter leve en manos, brazos y cara.
Los compañeros del centro de trabajo que se salvó del incendio, acudieron a intentar sofocar el foco con extintores sin lograrlo.
La dirección de la compañía desconoce aún el origen del siniestro, el importe de los daños y si llegará a tener incidencia en la plantilla de 44 trabajadores. «Hasta el lunes, que podamos acceder, no podemos opinar. De momento, todos están trabajando», matizó Matía, quien reitera que las llamas devoraron «sólo una parte de nuestras instalaciones de fábrica, exclusivamente la sección de espuma y almacenes. La tienda sigue abierta al público con normalidad, y esperamos estar en plena producción en una semana, tras el acopio de nuevas materias primas que sustituyan a las quemadas».
Incendio en los ochenta
Mobbeltur ya sufrió otro incendio a mediados de los años ochenta, cuando, según los agentes que participaron en su extinción, un bote inflamable estalló y fue a caer sobre el techo de las oficinas, quemando todos los documentos y archivos que poseían en aquel momento. La investigación concluyó que el suceso había sido un desgraciado accidente y el seguro se hizo cargo de los destrozos.