TRIBUNALES
Los imputados por la suplantación de un anestesista rechazan ante el juez que estuvieran al tanto
El jefe del servicio de Anestesia del Complejo Asistencial Universitario de León y el director de la Clínica López de Otazu, manifestaron ayer ante la titular del juzgado de Instrucción número 1 de los de León que desconocen la fórmula que se pudo utilizar para llevar a cabo un presunto delito de suplantación y falsificación de documento público consistente en atribuir a un anestesista 1.500 intervenciones que no realizó, utilizando sus nombre.
Los dos negaron su participación en los hechos durante una comparecencia que tuvo lugar en la sala 13 del edificio judicial de Sáez de Miera. El primero manifestó que no tiene acceso a los papeles y que su labor es únicamente la cirugía, por lo que desconocía el resto de las cuestiones.
El segundo, en un discurso similar, explicó que no sabía nada de lo que estaba ocurriendo y que no tenía acceso a la administración, puesto que solamente es un cirujano y no tenía nada que ver con las labores burocráticas.
La instrucción está pendiente de documentos que todavía no están en poder de la instructora, que basará previsiblemente buena parte de su línea de trabajo en conocer quién firmó los documentos. Los libros de quirófano serán fundamentales en este sentido.
El caso se abrió a raíz de la denuncia presentada por un anestesista que trabaja en exclusiva para la medicina privada y que comprobó que su nombre aparecía en cerca de 1.500 intervenciones quirúrgicas en las que no había tomado parte. Le habían presentado una oferta de dinero para que aceptara firmar intervenciones que no había realizado. La rechazó y posteriormente lo denunció.