Diario de León

REBELIÓN Y CRISIS EN EL PSOE

Los críticos del PSOE de León exigen que Tino Rodríguez someta su cargo a la militancia

La agrupación local socialista de Diez reclama la convocatoria de un congreso extraordinario provincial. El líder provincial defiende que «el PSOE de León ya se renovó y no tiene necesidad de hacerlo». Dimitió Rubalcaba y cayó Villarrubia en el motín instigado por Óscar López. Ahora, la revuelta acaba con la calma chicha del PSOE leonés, donde los críticos reclaman que, a imagen de lo que sucederá en los ámbitos federal y autonómico, se convoque un congreso provincial con la fórmula de ‘un militante, un voto’, mientras Celestino Rodríguez sustenta la rebelión de Valladolid y se enroca para que se haga aquí

Tino Rodríguez, Óscar López y el líder de los críticos del PSOE José Antonio Díez en un acto del PSOE leonés

Tino Rodríguez, Óscar López y el líder de los críticos del PSOE José Antonio Díez en un acto del PSOE leonés

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ÁLVARO CABALLERO | LEÓN
León

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Dimitió Rubalcaba y cayó Villarrubia en el motín instigado por Óscar López. Ahora, la revuelta acaba con la calma chicha del PSOE leonés, donde los críticos reclaman que, a imagen de lo que sucederá en los ámbitos federal y autonómico, se convoque un congreso provincial con la fórmula de ‘un militante, un voto’, mientras Celestino Rodríguez sustenta la rebelión de Valladolid y se enroca para que se haga aquí.

Así en León como en Madrid y en Valladolid. La coletilla de la oración sintetiza la exigencia lanzada ayer por el sector crítico del PSOE leonés, liderado por la agrupación local de José Antonio Diez, para contratacar ante la caída de Julio Villarrubia como secretario autonómico y reclamar la convocatoria de un congreso provincial extraordinario, a imagen de lo que sucederá en el ámbito federal y el autonómico, con la fórmula de ‘un militante, un voto’, en lugar de las convocatorias restringidas que había hasta ahora. Una maniobra con la que intentar aplacar la situación de debilidad en la que se ven ahora, después de que la operación instigada por el portavoz en las Cortes y número 3 del partido a nivel nacional, Óscar López, para garantizarse el control absoluto del aparato en la autonomía haya reforzado al secretario provincial leonés, Celestino Rodríguez. Una posición de fuerza desde la que ayer salió al paso para remarcar que «el PSOE en León ya se renovó y no tiene necesidad de hacerlo». «Si Diez no quiere acabar como Villarrubia lo que tiene que hacer es centrarse en trabajar y buscar soluciones para los ciudadanos de León, que es la agrupación con el mayor fracaso electoral de la provincia», avisó Rodríguez.

El nuevo choque da por terminada la calma chicha en la que se había mecido el PSOE provincial en el último año, mientras esperaba el desenlace de Rubalcaba. Pero ahora, tras el motín organizado por Óscar López para enrocarse en la Comunidad, ante su inminente desaparición de la cúpula federal, los oficialistas de Rodríguez han golpeado primero al quitarse del medio a Villarrubia, que era el contrapoder en el que se apoyaba Diez. Por eso ayer el secretario local incendió su discurso al acusar de «una gran irresponsabilidad». «Solicitar un congreso extraordinario en la misma fecha que el federal sólo puede responder a intereses personales», apuntó en referencia a López, a quien culpó además de estar «única y exclusivamente pendiente de su situación», sin pensar «ni en los militantes, ni en los ciudadanos». «El partido está en un momento muy delicado, como nos han dicho las urnas, y esto es lo último que necesitamos», incidió el líder socialista de la capital, quien abundó en que «en Castilla y León se ha dejado en bandeja el mandato al PP, pero con esta grave irresponsabilidad ya le han garantizado el próximo mandato al PP sin duda».

No se quedó ahí, Diez, quien apuntó hacia Rodríguez al conceder que es «increíble que detrás de esta operación haya secretarios provinciales que han obtenido los peores resultados en la historia de su provincia, y que sí que tienen responsabilidades directas». El ataque directo en el que además incluyó a los siete miembros leoneses de la ejecutiva que firmaron en contra de Villarrubia y a los que reclamó que «no se queden ahí, sino que también dimitan de sus cargos institucionales si tan descontentos están con el funcionamiento».

Ninguno de estos dardos logró alterar a Rodríguez. Más bien al contrario, el secretario provincial mostró de manera abierta su apoyo a la rebelión montada por López con el argumento de que sirve para «abrir el partido» y renovar absolutamente la estructura en Castilla y León». Una renovación que no quiso aclarar si comprende la vuelta de óscar López como secretario autonómico, sino que se limitó a definir como «gente de 40 años y menos, con muchas ganas de trabajar e ilusión». «No se puede decir que somos la generación mejor formada y que luego estén los caciques que no dejan trabajar; que nos dejen analizar las cosas, trabajar y levantar un proyecto para Castilla y León», relató dentro de su apuesta por la regeneración del partido en la comunidad con «un proceso lo más democrático posible con el modelo de un militante, un voto».

En cambio, Rodríguez se cerró a que esta elección abierta a toda la militancia llegue también al PSOE provincial. «En dos años he escuchado discursos muy diversos. Yo era el absoluto desconocido, el paracaidista, no valía porque era una renovación exagerada y ahora que llevo dos años no soy renovación», se defendió, antes de recordar que ha hecho «una renovación profunda, con decisiones duras que han supuesto apartar a personas que llevaban muchos años». «La mayoría amplia de mi ejecutiva y secretarios generales de las agrupaciones, que son los que representan a la militancia, tienen la intención de seguir adelante», se enrocó, tras citar que hacia su persona «ha habido muchos ataques desde la agrupación de León» pero que «la mayoría de la provincia ha sido responsable».

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