León abrirá las piscinas municipales el 21 de junio y mantendrá los precios

Fiel a la costumbre, el Ayuntamiento de León programa de nueva la apertura de las piscinas municipales para el fin de semana anterior a la festividad de San Juan. Una rutina que hace que en este verano se emplace la inauguración de la temporada para el sábado día 21 de junio, con el 31 de agosto como fecha para el cierre de las instalaciones de Sáenz de Miera y La Palomera, mientras que para las del Hispánico queda abierta la posibilidad de que pueda alargarse unas semanas en función de la meteorología.

La temporada se presenta por delante con el reto de superar los cerca de 90.000 usuarios que se contabilizaron en 2013 en las tres piscinas municipales, cuando la caja final por entradas se cerró por encima de los 160.000 euros, sobre todo gracias a la afluencia que se produjo desde la apertura en junio hasta la primera quincena de julio. Unos resultados que hacen que el Ayuntamiento haya decidido mantener por segundo año consecutivo los mismos precios: 2,20 euros para adultos; 1,40 para niños de 4 a 12 años; 1,10 para beneficiarios de la Tarjeta Dorada; 26 euros para el bono de 15 entradas de adultos y 16,50 para el de niños; 1,80 para cada entrada de grupos de adultos de más de 15 personas y 1 euro para los de menores.

La apertura de las piscinas de verano traerá a su vez la reorganización de las instalaciones cubiertas que tiene el consistorio. El Ayuntamiento cerrará esta vez la piscina Salvio Barrioluengo del Ejido, en la que lleva meses con parches en el techo y a la espera de una reforma íntegra, y mantendrá en funcionamiento mientras las otras dos que tiene: el Hispánico y La Palomera; dos centros que están anejos a las piscinas de verano y en los que se desarrollarán los cursillos, para los cuales por primera vez la Concejalía de Deportes, dirigida por José María López Benito, pondrá en funcionamiento las inscripciones on line mediante internet.

Para poner en marcha las instalaciones, el Ayuntamiento ya ha empezado a llamar a la veintena de trabajadores fijos discontinuos de cada verano, entre los que se cuentan taquilleros, socorristas y peones. Una plantilla por encima de la cual sale a concurso además, con un tipo de licitación máximo de 30.000 euros, el servicio de socorrismo que no se cubre con personal propio.