Óscar López no descarta su retorno a Castilla y León tras derrocar a Villarrubia

El secretario de Organización del PSOE, Óscar López, aseguró ayer que «sobran declaraciones malintencionadas y filtraciones interesadas», tras haber sido acusado de orquestar hace un año, a través de Whatsapp, la salida de Julio Villarubia del PSOE en Castilla y León.

López reconoce que existió un «problema político, no personal» con el ya ex secretario autonómico del PSOE Julio Villarrubia, y que ahora deben resolver los militantes con su voto directo en el congreso extraordinario que convocará la Comisión Gestora constituida a raíz de las dimisiones en la Ejecutiva Autonómica.

Sobre sus expectativas para aspirar de nuevo a la Secretaria Autonómica del partido y a las primarias para la candidatura a la Presidencia de la Junta, López dijo que tomará una decisión «en su tiempo» y de «manera colectiva, hablando con mucha gente», y pensando «en lo mejor para el partido». A su juicio, «es mucho mejor» que una sola persona se haga cargo de la Secretaría Autonómica y posteriormente lidere la candidatura electoral, aunque ha matizado que ahora los militantes deciden.

López hizo estas declaraciones en una comparecencia ante la prensa, después de que el pasado lunes el exsecretario general del PSOE de Ávila, Tomás Blanco, le acusara de haber «orquestado hace un año», junto a otros cinco secretarios provinciales, caso del leonés Tino Rodríguez, y las dos vicepresidentas, echar a Julio Villarrubia como responsable del PSOE en Castilla y León. «Sobran declaraciones malintencionadas y filtraciones interesadas», remarcó López en varias ocasiones durante su comparecencia, en la que rechazó que «unos pocos» representantes del partido estén «arrastrando la imagen de este partido y dándole bazas a la derecha».

El portavoz socialista reconoció que uno de los puntos culminantes de su discrepancia con Villarrubia fue el acuerdo que el grupo parlamentario cerró con la Junta para la Ley de Ordenación del Territorio para la reapertura de las urgencias rurales nocturnas y el plan de empleo, pero ha remarcado que siete de las nueve ejecutivas provinciales respaldaban este pacto.

Precisamente el momento de la negociación de este acuerdo fue cuando López, según confesó ayer, creó el grupo de «coordinación» en el sistema de mensajería Whatsapp para hablar con otros representantes del partido, aunque se negó a desvelar su contenido.

Indicó que «es normal» que familiares y compañeros de trabajo o partido se intercambien mensajes, mientras que lo que «no es normal es que un presidente del Gobierno le envíe mensajes de apoyo a un delincuente que está en la cárcel», dijo en alusión a los enviados por Mariano Rajoy al ex tesorero del PP Luis Bárcenas.